Covid, otra vuelta de tuerca en el control de la sociedad

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La pandemia Covid 19 está sirviendo para implementar un montón de medidas de control social absolutamente desproporcionadas e injustificadas y sobre todo se está haciendo a una gran velocidad y prácticamente sin ningún control democrático. Para ello se está utilizando la «ideología de la salud», una bioideología del sistema neocapitalista que utiliza un concepto de salud materialista y utilitarista que acelera las transformaciones políticas de un nuevo contexto de naturaleza totalitaria.

El virus, el confinamiento y los estados de alarmas han servido a los gobiernos para extender las medidas de control social y político. Esta pandemia está acelerando el proceso de aceptación de unas reglas destinadas a implantar una nueva sociedad. Por ello consideran una amenaza que tomemos conciencia de nuestro poder si nos organizamos, formamos y luchamos por una democracia real.

 

LOS INTENTOS DE CONTROLAR A LA POBLACIÓN NO ES NADA NUEVO

A lo largo de la historia ha sido constante la lucha de una minoría contra una gran mayoría de la población para mantenerse en el poder. En el año 80 d.C. a pesar del gran incendio que devastó medio Roma, y de la gran epidemia que casi acabó con la mitad de los romanos, su gobierno no se resintió. Durante 100 días el emperador ofreció, de manera gratuita, espectáculos circenses a sus conciudadanos, PAN Y CIRCO.

Para Lenin la clave fue apelar a las emociones de un pueblo hambriento, culpando a un tercero de sus desdichas mientras su partido único y totalitario se afianzaba en el poder. Tampoco podemos olvidar a Joseph Goebbels y al partido nacionalsocialista obrero alemán que llegó incluso encargar el diseño de una radio que fuera económica para producirla en masa y que, de esa forma, todos los alemanes tuvieran una con la que recibir la propaganda del régimen. El negocio era deficitario para el Estado, pero era extraordinariamente rentable para conseguir el objetivo de controlar la información que llegaría a los hogares alemanes.

Hoy tenemos la televisión, el 70,7 por ciento de la población española ve cada día casi 4 horas diarias, y que junto las redes sociales son capaces de llegar a miles de millones de personas de manera instantánea.

 

EL COVID 19 HA AUMENTADO EL TOTALITARISMO Y LA MISERIA

 Aumenta el hambre y el paro.

La inmensa mayoría de la humanidad, el 90%, sufre hambre, miseria y como consecuencia enfermedades perfectamente evitables, y a las que ahora se les suma el virus del covid. El impacto socioeconómico de la pandemia está siendo más devastador que la propia enfermedad.  Por ejemplo, la caída de las remesas de los 164 millones de migrantes por la situación de confinamiento, paro…incrementó la pobreza y el hambre en millones de familias. Muchas personas de países de ingresos bajos y medianos, que hace unos meses eran pobres, pero podían sobrevivir, ahora encuentran que sus medios de vida han sido destruidos. La OCDE también informó que, durante la pandemia, se perdieron aproximadamente 114 millones de puestos de trabajo en todo el mundo.

Conectados a las redes: En este momento la mitad de las personas del mundo están conectadas a los servicios de algunas de estas plataformas: Google, Microsoft, Facebook, Apple o Amazona las que tendríamos que añadir las plataformas emergentes chinas. La tecnología se ha introducido en nuestras vidas a costa de perder en privacidad, en libertad. Le estamos  dando datos permanentemente a través de móviles, las conexiones en las distintas pantallas, internet, cámaras de vigilancia, asistentes digitales o cognitivos, etc… espías que hemos metido en nuestros bolsillos, domicilios.

Los datos, las experiencias de los usuarios se convierten en materias primas que con algoritmos permiten conocer y adelantarse a comportamientos futuros, pudiendo así moldearlos y dirigirlos hacia resultados rentables [para las empresas que los compran]. Por primera vez en la historia, se nos dice desde el capitalismo tecnológico, que sepuede predecir (y modificar) el comportamiento de las personas a través de algoritmos.

Víctimas también de la la manipulación.

La capacidad de atención, reflexión y concentración de la población se esta limitando notablemente por la inmediatez en la que vivimos. Es la sociedad de las imágenes, el 80% de lo que vemos, frente al 20% de lo que leemos. Estudios sobre la capacidad de atención concluye que actualmente no somos capaces de prestar atención mas de 8 segundos seguidos. Si una página tarda en descargar la abandonamos, eso explica el éxito, por ejemplo, de los tik-tok. El pensamiento y la actitud crítica no existen en los medios de masas, así el poder nos indica qué pensar a través de las series, películas, noticieros, tertulianos de los medios, “expertos” y pseudointelectuales.

Cada vez más personas se sienten solas. En la era de las redes sociales, de la hiperconectividad las personas cada vez están mas desvinculadas unas  de otras. La soledad es una auténtica “pandemia” especialmente en los países enriquecidos. El sentimiento de soledad se dobla entre los jóvenes, el 31% de los jóvenes menores de 30 años afirman haberse sentidos solos. Por otro lado, nacen menos niños y a los abuelos les ofrecemos la eutanasia.

Ha aumentado el totalitarismo. En la UE se está implementando el certificado covid creando dos categorías de ciudadanos los vacunados que pueden viajar, desplazarse,… y los no vacunados que tienen mas restringidas sus libertades. En esa línea se ha impuesto el sistema de crédito social chino. Se trata de un sistema que ha sido posible gracias a la combinación del Big Data, cámaras con reconocimiento facial, monitorización de Internet y las redes sociales. Un mecanismo para controlar las vidas de 1.400 millones de personas(hasta 200 millones de cámaras de vigilancia), pese a que muchas de ellas desconocen su existencia. Su objetivo es premiar al “buen ciudadano” y castigar a los que el Estado ha clasificado como «poco fiables», por ejemplo, prohibiéndoles viajar en determinados medios de transporte, acceso a ciertos trabajos, escuela para hijos, perder el derecho a viajar en ciertos trenes o aviones, etc.,  si te has retrasado en el pago de una factura o tener una multa de tráfico.

POR QUÉ HEMOS LLEGADO A ESTO

Uno de los objetivos para este nuevo orden mundial pasa por un férreo control social, aunque siempre vendido como algo necesario y bueno para todos. Se nos está proponiendo, poco a poco, el modelo capitalista asiático. Y para silenciarnos se nos ofrece un ingreso mínimo que permita el nivel básico de subsistencia a cambio de sumisión.

Las élites no actúan por dinero, ya lo tienen, sino por poder: anhelan el control absoluto de todas las mentes del planeta. Nos roban el conocimiento e intentan condicionarnos para que asumamos como propios sus objetivos e intereses, haciéndonos creer erróneamente que son los nuestros. Controlan los medios de comunicación, las escuelas y la cultura, eligen qué es noticia y qué no, qué se publica y qué se oculta. Cómo se interpretan los acontecimientos que se van a publicar y quiénes son los buenos y los malos.

Además, el confinamiento y los estados de alarmas han servido a los Gobiernos para extender el totalitarismo déspota. Un confinamiento que después de haberlo sufrido en España, el Tribunal Constitucional ha sentenciado que fue ilegal. También se ha acelerado, en esta situación de pandemia, la aprobación de una serie de leyes (eutanasia, educación, protección de datos,…)que no responden a los verdaderos problemas de la sociedad, y que por supuesto ésta no ha demandado. Son normas para implementar el pensamiento único moldeando una mentalidad social a una velocidad de vértigo que va poco a poco asimilando con indiferencia estos atentados contra las personas y las libertades.

Para ello este nuevo sistema está creando fundaciones, ONG, asociaciones y movimientos enfocados a cumplir la agenda global prevista. Es la política oficial del FMI, es la agenda del Foro Económico Mundial (Davos) y de la ONU, a través de la agenda 2030: imposición del pensamiento único; apocalipsis climático; despenalización de las drogas y eutanasia; reducción de la población; agenda LGTB; fomento de la fragmentación social. El virus existe, pero es la excusa para conducirnos a la aceptación de las reglas de una nueva sociedad para la cual llevan décadas trabajando. Esta pandemia solo está acelerando el proceso.

UN GIGANTE CON PIES DE BARRO

Estas élites se juegan mucho para controlarnos, saben de nuestro poder, mucho más que nosotros mismos y nos tienen miedo. Por ello, necesitamos una sociedad que se despierte, debata y organice. Uno de los pocos aspectos positivos de la Covid es el descubrimiento de que nos necesitándonos unos a otros.

Es necesario buscarla verdad de todos los acontecimientos, desarrollando un pensamiento crítico y autocritico, haciendo propuestas de que es posible otro tipo de sociedad basada en la solidaridad. Debemos trabajar desde lo pequeño organizado y planificado, proponiendo alternativas solidarias. Haciendo propuestas legales que impidan la imposición de leyes ideológicas donde no existe consenso, y atentan contra la vida y libertad de las personas. También debemos formarnos en la objeción de conciencia ante este tipo de leyes y en todo lo que afecta en nuestro quehacer profesional.

Es necesario una revolución cultural y moral que ponga la dignidad inalienable de la vida humana en el centro de la vida personal, social e institucional, donde la familia sea lo que es, la base de la sociedad.

Carmelo Mármol

Consolación Vidal

Grupo Sanidad y Biopolítica de PBC

 

BIBLIOGRAFIA:

 . Revistas Autogestión.

. Solidaridad.net Movimiento Cultural Cristiano

. La Gran Manipulación. Jano García

. La verdad de la pandemia. Cristina Martín Jiménez

. El domino mental: La geopolítica de la mente. Pedro Baños

. Pandemia X. Ediciones Voz de los sin Voz

. Covid 19. Ediciones Voz de los sin Voz

. Los dueños de internet. Natalia Zuazo

. Bill Gates Reset! Vacunas, aborto y Control Social. Carlos Astiz

 

 

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