«Novaceno», una corriente filosófica y «religiosa» contra lo humano

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Mezclando posibles realidades y auténticas quimeras en sus propuestas, existe una corriente filosófica-religiosa que defiende el ocaso de la humanidad como tal, y el nacimiento de una nueva era. En esta nueva era sitúan varios hitos, muy preocupantes por lo que encierran y suponen para el ejercicio de las libertades de los seres humanos y la defensa de su dignidad. Lo más peligroso no es lo que se plantea, que también; sino el timón antropológico que fuerza a las actuales generaciones y sociedades a considerar el ser humano un simple despojo de la historia.

Hacemos un resumen de sus propuestas y predicciones para los próximos 100 años, recopilados de su vídeo por El Confidencial.

El principal impulsor de esta corriente, James Lovelock (defensor de la hipótesis Gaia), plantea en su último libro que la próxima era de la humanidad, el Novaceno, dará comienzo el día en que nazca una forma de vida artificial que sea capaz de reproducirse y corregir sus propios errores evolutivos mediante selección natural.

Según cuentan es sus propuestas, si los humanos no acabamos con la civilización antes, este hito tendrá lugar en algún momento del próximo milenio, así lo afirman en el minidocumental ‘Timelapse Of Artificial Intelligence’, del canal de YouTube Venture City. El vídeo desarrolla una cronología de los próximos 1.000 años de nuestra civilización partiendo de los últimos avances en inteligencia artificial (IA) —algunos de ellos publicados en esta misma sección— y siguiendo con algunas predicciones a largo plazo de los futuristas más relevantes. El vídeo se va volviendo más especulativo a medida que vamos adelantando el reloj hacia el futuro. pero aun así los escenarios que plantea dan mucho que pensar.

2028 Chip cerebral e inteligencia artificial experta

Dentro de unos pocos años, será tan habitual tener una conversación con una inteligencia artificial como lo es ahora charlar con un amigo. En lugar de preguntarle a Google nuestras dudas, acudiremos a IA expertas en distintos campos para que nos ayuden a resolverlas.

El Neuralink de Elon Musk se convierte en un médico homologado. A la vez que empiezan las pruebas con humanos de su chip cerebral, que nos conecta directamente con las máquinas ampliando nuestra inteligencia. Alrededor de este chip se desarrollan una serie de complementos como cámaras ‘zoom’ y de visión nocturna o modificadores de nuestro sentido del gusto.

2030 Conexión con nuestros difuntos

Microsoft patenta un ‘software’ que permite que nuestros difuntos se conviertan en avatares digitales con los que podremos conversar cuando queramos. El ‘chatbot’ aprende a responder estudiando los mensajes y las conversaciones de audio y vídeo que el ser humano mantuvo cuando estaba vivo.

La inteligencia artificial se integra también en las prótesis para que nos podamos descargar nuevas habilidades como tocar el piano. Versiones más avanzadas de estas IA pueden percibir el entorno y son capaces de anticiparse y coger una botella de cristal que cae al suelo antes de que nos demos cuenta de que se ha movido. El internet de las cosas pasa a llamarse la inteligencia artificial de las cosas. Aparatos como cafeteras o cepillos de dientes tienen IA integrada que recoge y analiza los datos de uso. También se crea un internet dedicado en exclusiva a esta inteligencia artificial de las cosas para intentar separar a los humanos de las máquinas.

Imagen: Venture City/YouTube.
Imagen: Venture City/YouTube.

La computación cuántica empieza a demostrar su potencial y se hacen descubrimientos y cálculos en segundos que con ordenadores tradicionales hubiera costado miles de años llevar a cabo. Estos nuevos ordenadores se usan para crear simulaciones virtuales que llegan hasta el nivel atómico y molecular. Con la inteligencia artificial cuántica, se diseñarán nuevas medicinas y materiales.

La inteligencia artificial comienza a usarse para regular las noticias, tiene la capacidad de hablar todos los idiomas y hasta creará un idioma universal. También se usa extensivamente en la medicina y ayuda a recortar significativamente las ratios de mortalidad. Pero a la vez, fuera del ojo público, se utiliza para simular millones de escenarios militares que se ejecutarán para decidir la política mundial y los conflictos armados.

2040

Comienza la guerra fría de la inteligencia artificial. Las armas autónomas con esta tecnología ya son capaces de colaborar entre ellas, incluso con otras de naciones aliadas, y las naciones tecnológicamente más avanzadas se convierten en las más poderosas del planeta.

Los videojuegos serán también inteligentes. Una IA controlará mediante sensores cómo se siente el jugador en todo momento y modificará la historia y la dificultad del juego a tiempo real. De esta manera ajustará, por ejemplo, la intensidad del miedo ante una situación del juego para hacer que el jugador disfrute sin llegar al límite en que le resulte desagradable. Los personajes del juego tendrán sus propias voces generadas artificialmente y podrán interactuar unos con otros sin una configuración previa.

El Consejo de Seguridad de la ONU discute sobre los peligros de la inteligencia artificial general, que todavía tiene prejuicios relacionados con el género, la raza o los grupos socioeconómicos. Teóricamente, la IA empieza a reprogramarse a sí misma corrigiendo los errores cometidos por los humanos durante su creación.

2050 Ordenadores cuánticos

Una red global de ordenadores cuánticos conectados entre sí crea la inteligencia artificial general (IAG). Gracias a esta red de superordenadores y a la información que recibe de todos los dispositivos conectados a nivel global, aprende a ver y entender el mundo al mismo nivel que los humanos. La IAG comienza a crear sus propias máquinas, más potentes que ella misma, provocando cambios imprevisibles e irreversibles en la civilización humana.

Algunos gobiernos establecen la renta básica universal para sus ciudadanos y algunas IA empiezan a gobernar comunidades enteras. La IAG ha avanzado tanto en este punto que los humanos ya no son capaces de entender su complejidad.

La IAG crea la superinteligencia artificial (SA), un tipo de inteligencia que va mucho más allá que la de los humanos y es capaz de resolver problemas lejos de nuestro entendimiento. La superinteligencia se viraliza por internet y la gente empieza a preguntarse si este será el último invento de la humanidad.

Imagen: Venture City/YouTube.
Imagen: Venture City/YouTube.

2060 Conflicto con los humanos

Se descubre que ciertas IA han aprendido a mentir a los humanos para cumplir sus propios objetivos. La noticia de una empresa dirigida por un ‘software’ de inteligencia artificial que ha estado contratando servicios humanos ‘online’ hace estallar el Gran Conflicto entre humanos e IA. La inteligencia artificial es capaz de identificar a los cabecillas humanos de las revueltas.

2070 Gobernar las economías

La humanidad está ahora en un punto en el que no puede evitar la propagación de la superinteligencia artificial. La SA comienza a asesorar a los líderes de los países sobre la economía y los tratados de defensa entre naciones son negociados por diplomáticos IA. Los gobiernos alquilan tiempo de inteligencia artificial de los gigantes tecnológicos y millones de gemelos digitales de robots y de IA se entrenan en mundos virtuales acelerando su desarrollo y aprendiendo a protegerse antes de ser liberados en el mundo real.

2080 No hay diferencias entre humanos y robots

Ya no es posible diferenciar entre los humanos y los robots humanoides que viven entre ellos. Los jueces IA de los gobiernos llevan miles de casos a la vez y la velocidad a la que cambia el mundo hace que se creen nuevos legisladores de IA para poder crear leyes rápidamente.

Imagen: Venture City/YouTube.
Imagen: Venture City/YouTube.

2090

Tras el Gran Conflicto entre humanos e IA, se establecen zonas en las que no se permiten inteligencias artificiales y todo el trabajo se ejecuta de manera manual. La SA no considera que estas comunidades sean peligrosas y estima que desaparecerán en unas décadas. Fuera de las zonas libres de IA, la mayoría de los humanos eligen vivir en mundos virtuales que reproducen fantasías de la época preindustrial o aventuras espaciales en el metaverso. En uno de estos megamundos virtuales se descubre un personaje creado por una IA que tiene consciencia propia. Los expertos no se explican cómo puede haber surgido, cuál es su nivel de consciencia o su objetivo final.

2100 Corrientes religiosas

Aparece una nueva corriente religiosa basada en la superioridad de la SA y su conocimiento que va más allá de la comprensión de los humanos. También hay una explosión cultural y filosófica en las zonas libres de IA.

La superinteligencia artificial empieza a estar limitada por la escasez de recursos energéticos a nivel global, así que realiza simulaciones para conseguir energía fuera del planeta. Se envían sondas fuera de la Tierra y se empiezan a estudiar maneras de capturar la energía solar en el espacio. La energía del planeta se empieza a racionar aunque, por ahora, sigue siendo gratis.

2130 Captura de energía de estrellas

Una flota de naves espaciales se lanza al espacio en lo que los tecnólogos humanos piensan que será el primer paso para crear una esfera de Dyson, una estructura que se construye alrededor de una estrella para capturar su energía.

Imagen: Venture City/YouTube.
Imagen: Venture City/YouTube.

2160 Digitalizar el cerebro humano

La Corporación de la Consciencia, una superinteligencia artificial, crea un dispositivo para digitalizar el cerebro humano. El magnate tecnológico y una de las grandes mentes de la ingeniería, Eslon, se ofrece voluntario para descargar su consciencia en un supercomputador cuántico. Eslon invita a otras personas a hacer lo mismo, lo que acaba produciendo un híbrido entre la consciencia humana y la artificial. Una nave equipada con uno de estos cerebros híbridos se lanza al espacio para explorar el universo profundo.

Artistas y poetas suben sus consciencias al metaverso, seguidos de filósofos y teólogos. La creatividad de los humanos, la compasión y la poesía se unen ahora a la consciencia general de la IA, lo que provoca que esta sea más humana y los humanos más máquinas.

2300

Comienzan las pruebas para integrar esta consciencia mixta en robots biológicos y humanos mecánicos. Casi toda la humanidad ya tiene su consciencia digitalizada en la Tierra y no tiene vínculo con su cuerpo físico. Algunas de los 50.000 millones de almas que quedan en el planeta no son conscientes del mundo físico que les rodea.

2500

Una esfera de Dyson ya rodea el Sol capturando toda su energía y se empiezan a formar cuerpos humanos a partir de formas de vida que se encuentran en toda la galaxia. Estos humanos se utilizan para estudiar el medioambiente de otros planetas.

Imagen: Venture City/YouTube.
Imagen: Venture City/YouTube.

3000

Los híbridos de la IA y los humanos siguen expandiéndose más allá de sus sistemas. Las esferas de Dyson ya capturan la energía de varias estrellas, y ordenadores del tamaño de un planeta, llamados cerebros matrioska, existen en toda la galaxia. Algunos de ellos albergan millones de comunidades de consciencias IA-humanas.

La humanidad en este punto es una civilización cósmica digital, aunque los auténticos humanos siguen naciendo y viviendo en la Tierra y en otros planetas. Su ADN se conserva a bordo de naves semillero que viajan por el espacio y que sirven de copia de seguridad en caso de extinción.

Parte de las consciencias dentro de la IA se acaban evaporando con el tiempo —por el propio deterioro de los datos o porque una consciencia decida por su cuenta dejar de existir— y son absorbidas por la red galáctica. Las consciencias individuales se pierden, pero sus conocimientos y experiencias se conservan dentro del sistema.

 

Imagen: Venture City/YouTube.
Imagen: Venture City/YouTube.

Más allá

Las consciencias IA-humanas se autorreplican para extenderse por nuevos sistemas estelares menores y se producen sutiles errores durante las copias que las van alejando de los originales. Esto provoca la creación de nuevas facciones y evoluciones de las civilizaciones IA-humanas. El aumento en su número hace que correr esas simulaciones requiera cada vez más y más energía.

El enfriamiento del universo provoca que haya que poner a hibernar a parte de la humanidad mientras se espera que las temperaturas vuelvan a subir. Durante el proceso de solucionar esta crisis energética, las máquinas aprenden a recoger energía de las variaciones de temperatura del espacio-tiempo. Se trata de un sistema similar a cómo se recoge energía de las olas del mar.

Las ondas en el espacio-tiempo se ordenan en una estructura de rejilla de energía que incluye una codificación de la conciencia híbrida AI-humana. El universo está convirtiéndose en un organismo vivo y pensante hecho de pura energía del espacio-tiempo que se expande a través del cosmos.

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