¿El desempleo daña la salud mental?
Entre 2006 y 2011, cada vez que la tasa de desempleo en la construcción aumentaba 10 puntos porcentuales, los desórdenes mentales relatados por los trabajadores expulsados del sector aumentaban alrededor de 3 puntos porcentuales.
En la crisis en España no solo aumentó el desempleo, sino también su duración. En 2006, el 2% de la población activa había estado en el paro más de 2 años. En 2011, este grupo se había casi cuadruplicado hasta rozar el 8%.
En el sector de la construcción, la incidencia del paro de larga duración se multiplicó por 18: de ser el 0,1% de la población activa en 2006, a cerca del 1,8% en 2011.
La explosión de la burbuja inmobiliaria ofrece una oportunidad única para identificar los efectos del paro en la salud mental. Si una parte grande de la población experimenta esta situación, se genera un peso adicional para el despegue de una economía.
¿El paro afecta a la salud mental, o viceversa? Desempleo y mala salud mental están relacionados. Sin embargo, los investigadores se han preguntado preguntan si el paro causa problemas mentales, o bien las personas con problemas mentales tienen más probabilidad de estar en el paro. En el caso de la crisis española, debido a sus características extraordinarias, se puede desentrañar que lo más probable es que el paro afecte a la salud mental de los trabajadores, y no viceversa.