Amazon globaliza nuestras “necesidades” y multiplica sus beneficios (Covid-19)
El aumento de la fortuna personal atribuida a Bezos, que se situaba este jueves en unos 201.200 millones de dólares (170.636 millones de euros) refleja el cambio en los hábitos de consumo como consecuencia de la pandemia de coronavirus, lo que ha impulsado un 80% la cotización de las acciones de Amazon, compañía en la que el empresario conserva una participación de alrededor del 11% y que supone hasta el 90% de su patrimonio.
Ha construido un imperio sin precedentes en la historia del capitalismo que empequeñece los pozos petrolíferos de Rockefeller o el dominio sobre la banca de la familia Rothschild: Amazon vale ya más que todo el PIB de España; y el patrimonio del «magnate más importante del siglo XXI», según lo califica The Economist, ronda los 190.000 millones de dólares (164.000 millones de euros).
Una encuesta de la Universidad de Georgetown revela que los estadounidenses confían en Amazon más que en ninguna otra empresa o institución, por encima incluso del Ejército
La lista Forbes se le ha quedado pequeña. ¿Bill Gates? Bezos dobla su fortuna. No solo es el más rico del mundo. Es el más rico de la historia. Solo Mansa Musa, rey de Tombuctú, un legendario personaje del siglo XIII que era el dueño de unas minas de oro fabulosas, se le podría comparar. Pero aquí ya entramos en el terreno de la leyenda. Un terreno donde este empresario campa a sus anchas.
Cualquier otra persona pensaría que Jeff Bezos lo ha conseguido. Cualquiera que no fuera Jeff Bezos. Si pudiéramos leer su mente, tal vez llegaríamos a la conclusión de que se ha limitado a colocarse en la casilla de salida. Ahora es cuando empieza lo bueno. Ahora que ha acumulado suficiente poder para poner en marcha todo lo que ronda por su cabeza desde que era un chaval. Y lo que le pasa por la cabeza no es una cuestión baladí. Porque ha demostrado de sobra que tiene resortes y voluntad para cumplir sus sueños. Y para imponérselos al resto de sus congéneres.
El gran ganador de la crisis
Jeff Bezos tiene planes. Grandiosos. Para él, para Amazon y para la humanidad. Algunos son mundanos. Vender de todo a todo el mundo; entrar en todos los hogares con Alexa, el asistente de voz que todo lo graba y que accederá a nuestros datos de salud y nos avisará para hacernos un análisis o tomarnos las pastillas. Poner tres mil satélites en órbita para que haya wifi universal que facilite las compras instantáneas. Amazon es el gran vencedor de la crisis del coronavirus. El gigante del comercio electrónico aumentó tanto sus ventas que tuvo que contratar a más de 100.000 repartidores y ya tiene 840.000 empleados. Las acciones se catapultaron por encima de los 3000 dólares, casi el doble que al comienzo de la pandemia. El titán imaginado por Bezos en 1994 es más grande, más fuerte y más estratégico que nunca.
Un monopolio como no ha habido otro
Bezos es la personificación de las peores pesadillas del economista Thomas Piketty en cuanto a concentración de la riqueza. En julio declaró por primera vez ante el Congreso de los Estados Unidos, que investiga si ha vulnerado las leyes antimonopolio. Bezos se defiende: «A diferencia de las industrias donde el ganador se lo lleva todo, hay espacio en la venta al por menor para muchos ganadores». Amazon controla más de un tercio del comercio on-line estadounidense.
Y aspira a dominar por partida doble el relato de la historia, el de la información (para eso compró The Washington Post) y el de la ficción, su preferido. Amazon Prime tiene 150 millones de suscriptores que generan 20.000 millones de dólares. Ha gastado una fortuna en convertir El señor de los anillos en una serie de televisión. Hubo que entretener a la humanidad confinada, además de servirle la comida.
En 2013 compró ‘The Washington Post’. El diario ha disparado el número de sus lectores en Internet y sus exclusivas periodísticas.
Sus algoritmos todavía no escriben las series, pero captan al vuelo los gustos del público. Un público agradecido. Una encuesta de la Universidad de Georgetown revela que Amazon es la segunda empresa o institución más valorada; la primera para los votantes demócratas en los EEUU, por encima del Ejército.
Fuentes _ Eleconomista y XL Semanal