EL ECOCAPITALISMO COMO BIOIDEOLOGÍA DEL SISTEMA CAPITALISTA ACTUAL

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LAS BIOIDEOLOGÍAS DEL SISTEMA NEOCAPITALISTA

Grupo de Sanidad y Biopolítica de Profesionales por el Bien Común

PARTE V

EL ECOCAPITALISMO COMO BIOIDEOLOGÍA DEL SISTEMA CAPITALISTA ACTUAL

Juan José Marín.  Doctor en biología.

Departamento Medicina Preventiva y Salud Pública.

Universidad de Sevilla.

ECOCAPITALISMO. UNA MIRADA QUE EXPOLIA LA NATURALEZA y ATACA LA DIGNIDAD DEL SER HUMANO

UNA MIRADA AL PASADO

    El origen de nuestro planeta, junto al resto del sistema solar, se remonta a más de 4.500 millones de años[1]. Recientemente, a partir de los datos del Telescopio de Cosmología de Atacama, en Chile, se ha datado la edad del universo en 13.770 millones de años[2].

 Sin embargo, la aparición de nuestra especie, el ser humano, es muy posterior. Los fósiles de Homo sapiens más antiguos que se conocen datan de unos 210.000 años atrás[3]. Es decir, si comparamos el origen de nuestra presencia con el de la tierra, nos podemos considerar unos “recién llegados” al planeta. Si hacemos un sencillo ejercicio y llevamos la edad de la tierra a la duración de un día, es decir, 24 horas, los primeros Homo sapiens aparecerían 3,8 segundos antes de las 24 h. El resto del día corresponde a las diferentes eras geológicas por las que ha pasado el planeta, caracterizadas cada una de ellas por unas determinadas características fisicoquímicas, climáticas o biodiversidad botánica, faunística y microbiológica. En otras palabras, desde su formación hasta la actualidad, el planeta Tierra ha experimentado profundos cambios.

Del período inicial, desde que la masa incandescente comenzó a solidificarse para dar lugar a una corteza permanente, prácticamente no existen evidencias[4]. Las rocas que se iban generando se volvían a fundir o, simplemente, eran «tragadas» por una nueva erupción. Muchos de los eventos ocurridos en aquellas primeras etapas siguen siendo un misterio para la ciencia. Además, el paso del tiempo, los procesos de erosión, el desplazamiento de las placas tectónicas, los cambios que se han ido sucediendo… han borrado las evidencias de aquel período. Por tanto, cuanto más antigua es la fase que se pretende analizar, mayores son las incertidumbres y las dificultades que se encuentran. Y ese proceso, ese cambio continuo de la Tierra, se sigue produciendo en la actualidad: unas veces debido a fenómenos naturales[5] (huracanes, terremotos, tsunami, volcanes, lluvias torrenciales, sequías…) y, otras veces, debido a la acción del hombre (contaminación, vertidos tóxicos, incendios, deforestación, sobreexplotación de recursos…).

En lo referente a la capacidad del hombre para aprovechar y utilizar los recursos del planeta, así como para modificar las condiciones ambientales, han ido cambiando a lo largo de nuestra evolución como especie. La actividad principal de los primeros homínidos fue la búsqueda de un sustento que asegurase su supervivencia. Su forma de vida nómada pretendía asegurar la disponibilidad de recursos (agua y alimentos). Si hacía calor, construían chozas para protegerse y, si el clima era frío, se refugiaban en cuevas y cavernas[6]. Se alimentaban de la carne que obtenían de animales muertos, además de los frutos, hojas o raíces que pudieran recolectar. Más tarde, cuando adquirieron la capacidad para pulir piedras y tallar huesos, comenzaron a construir útiles para cazar, raspar y cortar. Desarrollaron técnicas de caza en pequeños grupos que, probablemente, supusieron incipientes formas de organización social. En este período, tal vez de forma accidental, descubrieron el fuego, lo que les permitió cocinar sus alimentos, alejar a las fieras, protegerse del frío e iluminarse en la oscuridad.

    Con el tiempo, esos grupos comenzaron a hacerse más numerosos, perfeccionaron la fabricación de herramientas y elaboraron otras nuevas (arpones, punzones, puntas de flecha, arcos,…), lo que les permitió nuevas actividades como la pesca y la caza de presas de mayor porte como los mamuts, renos o bisontes.

    Al final de la última glaciación[7], la selva comenzó a ganar terreno invadiendo grandes estepas, lo que produjo la emigración y, a veces, la desaparición de la fauna que vivía en ella y servía de alimento. Con esos cambios, los grupos humanos comenzaron a diseminarse por el territorio y se ubicaron en las orillas de los ríos, aparecieron asentamientos más estables que sobrevivían gracias a la caza y la pesca.

    Más tarde, ya en Neolítico[8], el hombre comenzó a producir alimentos a partir del cultivo de la tierra y la domesticación de animales. Las técnicas mejoraron y fue posible obtener excedentes que podían ser almacenados para las épocas de escasez. También apareció la alfarería, fabricándose recipientes para conservar el grano y las semillas. Las viviendas cada vez fueron más sofisticadas y resistentes, hechas en barro, cañas, leños o piedras. La mejora de las técnicas agrícolas hizo al hombre sedentario y aparecieron entontes las primeras aldeas, el crecimiento de los grupos familiares, la división del trabajo, la organización social, etc.

    Al final de la prehistoria, el hombre descubrió el uso de los metales, incorporándolos a su cultura para fabricar distintos utensilios, surgiendo así la metalurgia. Con el cobre, que fue el primer metal utilizado, el bronce o el hierro, fabricaron cuchillos, espadas, puñales, vasijas, adornos, herramientas, etc.

    Todos estos cambios marcaron una estructuración cada vez mayor de la sociedad, lo que sirvió para diferenciar la prehistoria de la historia. Quizás, los hechos más significativos fueron la aparición de la escritura, la capacidad para modificar el hábitat, la formación de las primeras aglomeraciones humanas, procesos de socialización avanzada, la jerarquización de la sociedad, intercambios comerciales, etc.

    Este periodo de nuestra historia al que acabamos de referirnos, la mayor del ser humano como especie, ocupa una ínfima parte en el devenir del planeta Tierra. Unos 4 millones de años si nos referimos al primer homínido bípedo (Australopithecus); unos 200.000 años si hablamos del Homo sapiens[9] («hombre moderno»), cuyas características físicas son las mismas que las del hombre actual; o sólo unos 40.000 años si nos referimos al Homo sapiens sapiens[10] (hombre moderno). Si comparamos esos datos con los 160 millones de años que habitaron los dinosaurios sobre la tierra, podemos afirmar que, efectivamente, el hombre es un recién llegado.

EL HOMBRE COMO GENERADOR DE PROBLEMAS AMBIENTALES

    Tras este breve esbozo de nuestra evolución como especie, es evidente que el hombre ha sido capaz de utilizar los recursos que la Tierra nos ha ofrecido en cada momento para satisfacer nuestras necesidades básicas: alimentación, vivienda, refugio, energía, agua, ropa, etc. La mayor parte del tiempo, ese uso y disfrute de los recursos que el planeta nos ofrecía, se ha realizado de una forma respetuosa, equilibrada o, en términos políticamente correctos, más actuales, de forma “sostenible”. Es decir, la necesidad de recursos y la explotación de los mismos, las técnicas utilizadas para su extracción, las cantidades empleadas… fueron tales que el planeta tenía capacidad para restaurar y regenerar las zonas afectadas, para “recuperarse” de los daños producidos.

    Así, cuando el hombre necesitaba cortar madera para construir sus viviendas, infraestructuras o medios de transporte, por ejemplo, cortaba sólo lo necesario, entresacando los pies de mayor porte o los que mejor se adaptaban a sus necesidades. Cuando utilizaba el agua en la agricultura, para beber o en su higiene personal,… los cauces tenían capacidad para “depurar” de forma natural la materia orgánica que recibían o los vertidos generados. También cuando se elaboraba algún bien de consumo (vasijas, ropa, útiles de caza, herramientas,…), se les daba el mayor uso posible, prolongando al máximo su vida útil. La alimentación era siempre natural, procedente de la agricultura y la ganadería biológica, sin conservantes, sin productos fitosanitarios, sin residuos de ningún tipo. Y los residuos generados (restos agrícolas, excrementos, desperdicios de alimentación, etc) eran usados para alimentar al ganado, o se dejaban a la intemperie para su compostaje y utilización posterior en las tareas agrícolas,… o, simplemente, se deshacían de ellos. Estos ejemplos solo pretenden ilustrar la relación respetuosa, en general, que el hombre ha mantenido con el medio ambiente la mayor parte de su existencia.   

    Sin embargo, esa situación cambió recientemente. Puede decirse que, desde la revolución industrial, a partir de la segunda mitad del siglo XVIII y principios del XIX, se han producido una serie de cambios que han provocado una transformación radical a nivel socioeconómico, tecnológico, cultural y ambiental. Probablemente, la mayor de la humanidad desde el Neolítico.

    En este sentido, la economía basada anteriormente en el trabajo manual fue reemplazada por otra dominada por la industria y la manufactura. Comenzó la mecanización de la industria textil, el desarrollo de los procesos siderúrgicos y la expansión del comercio gracias al desarrollo de las rutas de transportes y el nacimiento del ferrocarril. Hubo importantes innovaciones tecnológicas, especialmente la máquina de vapor, incrementándose la capacidad de producción. Se consiguió así aumentar la cantidad de productos y bienes de consumo al tiempo que disminuyó el tiempo en el que estos se realizaban. Fue el inicio de la producción en serie, se rebajaron los costos, aumentó el número de unidades producidas y las ganancias de los dueños de los bienes de producción.

La máquina exigía menos individuos, pero más cualificados, con lo que se redujo el número de personas empleadas, arrojando de manera incesante masas de obreros de un ramo de la producción a otro distinto. También se produjeron cambios en la relación entre trabajadores y patronos, limitándose a las relaciones laborales, con el único objetivo de obtener el máximo beneficio.

    Otros cambios dieron lugar a la revolución agrícola, aumentando progresivamente la producción gracias a las nuevas técnicas, sistemas de cultivo y la mejora del uso de fertilizantes.

    En el plano social, la mejora de alimentación y las condiciones higiénico-sanitarias, dieron lugar una etapa de crecimiento demográfico.  Las migraciones desde el campo a las ciudades y el crecimiento acelerado de los suburbios, con el consiguiente hacinamiento y empobrecimiento de sus habitantes, provocó el surgimiento de guetos en los que eran comunes los problemas de desnutrición, brotes infecciosos, el trabajo y la explotación infantil,… al tiempo que aumentaba el paro de los adultos y su desesperanza, el alcoholismo, la prostitución, etc. Y todo ello hasta que la clase trabajadora se organizó sindical y políticamente, luchando por un cambio profundo en la sociedad, para mejorar las condiciones de vida en todos los sentidos.

    En resumen, podemos decir que a lo largo de los siglos XIX y XX el hombre adquirió una enorme capacidad para aprovechar y transformar el medio ambiente, utilizando cantidades cada vez mayores de una gran variedad de recursos que le ofrecía la naturaleza. Sin embargo, al mismo tiempo, ha generado una gran cantidad de impactos ambientales provocando que las condiciones ambientales hayan cambiado más rápidamente que en cualquier otro momento de nuestra existencia como especie. Y, si bien es cierto que los fenómenos naturales han jugado también su papel en la generación de esos cambios[11], no cabe duda de que la fuente primaria de esa dinámica ha sido acelerada por la interacción del hombre con la biosfera[12].

LA SITUACIÓN DEL MUNDO HOY

En el contexto actual, existe un interés general por el estado del medio ambiente o, al menos, es un tema sobre el que se pretende bascule la toma de decisiones en otros ámbitos de la política, la economía o la cultura, entre otros. Hoy la cuestión ambiental ocupa una posición destacada en la lista de temas que preocupan a la población. No se trata de algo exclusivo de científicos y conservacionistas, sino que se ha convertido en un asunto, presente en la agenda internacional.

En la actualidad, se ha ido creando un consenso alrededor de las cuestiones ambientales que se traduce en una gran homogeneidad de opiniones: la mayoría de las personas se declaran interesadas o preocupadas por la problemática ambiental; es un asunto de gravedad creciente; se aceptan las “conclusiones” presentadas en los informes elaborados por los diferentes organismos e instituciones, tanto nacionales como internacionales.

“Nunca hemos maltratado y lastimado nuestra casa común como en los últimos dos siglos” [Laudato si (Ls), 53]

Existe un consenso generalizado respecto al deterioro ambiental: contaminación del aire, generación de residuos, calidad y gestión del agua y los alimentos, pérdida de biodiversidad, agotamiento de recursos naturales, ruido, radiaciones,… La mayoría de la población piensa que debemos conocer qué está ocurriendo y actuar para conservar el medio ambiente.

UNA IMAGEN DE LA REALIDAD

La contaminación y las sustancias tóxicas causan al menos nueve millones de muertes prematuras en el mundo. La contaminación atmosférica es el mayor contribuyente a esas muertes prematuras, al causar unos siete millones de ellas cada año[13].

El 25% de la carga mundial de morbilidad se atribuye a factores de riesgo ambientales evitables, la inmensa mayoría de los cuales implica la exposición a la contaminación y a las sustancias tóxicas.

Existe un amplio grupo de sustancias tóxicas, que se bioacumulan en el organismo, provocando graves efectos para la salud (lesiones hepáticas, hipertensión, disminución de la respuesta inmunitaria, disminución de la fertilidad, reducción del peso al nacer, cáncer,…). Algunas de ellas actúan como disruptores endocrinos, mimetizando la función de las hormonas y alterado su efecto biológico.

Toda la población está expuesta a la contaminación ambiental, sin embargo, los habitantes de los barrios más ricos disfrutan de una calidad del aire mayor que los barrios pobres. Es decir, a la hora de sufrir los efectos de la contaminación, existen desigualdades sociales ligadas a la pobreza[14] .

Los países con menos ingresos sufren las peores consecuencias de la contaminación química: arsénico presente en el agua de bebida, partículas derivadas de los motores diésel, hidrocarburos, amianto, retardantes de llama, disruptores endocrinos,…[15].

España ha registrado en 2022 el año más caluroso, a mediados de junio, desde al menos 1950.

El valor de temperatura más alto registrado en España son los 47,4 ºC registrados en Montoro (Córdoba) el sábado 14 de agosto de 2021.

Se estima que en el fondo del océano hay unos 14 millones de toneladas de microplásticos[16].

Más del 80 % de las aguas residuales resultantes de la actividad humana se vierten en los ríos o en el mar sin ningún tipo de tratamiento de depuración, provocando su contaminación.

Entre 1970 y 2016, las poblaciones de especies de vertebrados en el mundo han disminuido una media del 68% (Informe Planeta Vivo 2020).

Cada año se tiran en el mundo 7.000 millones de cápsulas de café, que tardan en degradarse un mínimo de 100 años, generando un enorme impacto ambiental. La mayoría están elaboradas con aluminio o plástico (prolipropileno) y, aunque algunas puedan reciclarse, generan una enorme huella ambiental. Si solo tenemos en cuenta las cápsulas tiradas en vertederos en 2014, estas podrían dar la vuelta a la Tierra más de 12 veces[17].

La huella ecológica provocada por los 163 millones de perros y gatos domésticos en Estados Unidos, traducida en consumo de carne, les sitúa en quinta posición a nivel mundial, si formasen un país. En relación a la cantidad dióxido de carbono, esos datos equivalen a la emisión de unos 64 millones de toneladas al año, aproximadamente el mismo impacto climático que un año de conducción de 13,6 millones de automóviles[18].

Los teléfonos móviles contienen alrededor de 40 materiales tóxicos (arsénico, antimonio, berilio, plomo, cadmio, mercurio,…). El elemento más contaminante de un móvil es la batería: sus compuestos contaminantes podrían contaminar 600.000 litros de agua, que según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) es el consumo doméstico de agua de todos los hogares españoles durante un día[19].

Además del CO2, existen otros gases y contaminantes con un enorme poder para alterar el clima de la Tierra (una tonelada de clorofluorocarbonos es equivalente a 10.000 toneladas de CO2). La mayoría tienen una vida corta y permanecen en el aire entre una semana, en el caso del hollín de los motores diésel, y 10-15 años en el de los gases traza. Si a nivel mundial se dejase de emitir el hollín de la combustión del diésel, el planeta comenzaría a enfriarse en el plazo de una semana[20].

Solo el 1% más rico de la población mundial emitirá 30 veces más CO2 en 2030 que el límite fijado en el Acuerdo de París: cada persona de ese 1% más rico debería reducir sus actuales emisiones en torno a un 97%[21].

Un metro cuadrado de césped común necesita más de 2.180 litros de agua por temporada (6 meses), por lo que resulta totalmente insostenible su mantenimiento[22].

Según la FAO, el 70% de la huella hídrica a nivel mundial está relacionada con la producción de alimentos[23] (Figura 1):

Figura 1. Huella hídrica. Tomado de

htps://comemosbien.com/huella-hidrica-cuanta-agua-se-utiliza-para-producir-alimentos/

Cada día mueren 100.000 personas a causa del hambre, la mitad niños. Sin embargo, el planeta tiene capacidad para producir alimentos que aporten 2.100 kilocalorías por día al doble de la población mundial actual (Jean Ziegler, relator especial de la ONU sobre el derecho a la alimentación, 2005). 

Según un informe de UNICEF y la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de 2.200 millones de personas en todo el mundo no cuentan con servicios de agua potable, 4.200 millones de personas no cuentan con servicios de saneamiento y 3.000 millones carecen de instalaciones básicas para el lavado de manos[24].

En 2017 se calcula que murió un niño menor de 15 años cada cinco segundos, la mayoría por causas prevenibles (evitables). La mayoría de las muertes ocurren durante los primeros cinco años de vida[25].

Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), más del 50% de la población activa mundial, trabaja sin contrato de trabajo ni prestaciones sociales.

En 2016, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), unos 2.000 millones de personas, dos tercios de los que trabajan en el mundo, no tenían contrato laboral o trabajaban en unas condiciones indignas[26].

Se estima que anualmente se realizan entre 60-100 millones de abortos en todo el mundo. Para el período entre 1990-2019, se calcularon unos 73 millones anualmente[27].

En España, 118.611 mujeres abortaron durante el año 2011. En 2020 abortaron 257 menores de 15 años y 8.407 jóvenes de 15 a 19. (Tabla 1).

En 2007 la ONU denunciaba la muerte de 100 millones de niñas por aborto selectivo o infanticidio en el mundo[28].

En octubre de 2020, la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) recordaron que desde 2013, cuando murieron ahogados 368 refugiados y migrantes a menos de un kilómetro y medio de la isla de Lampedusa, habían perdido la vida en el Mediterráneo central más de 20.000 personas[29]

Un Informe de Save the Children alerta de que 337 millones de niños y niñas viven cerca de grupos armados y fuerzas gubernamentales que reclutan a niños y niñas, lo que supone triplicar la cifra de hace tres décadas (99 millones en 1990)[30].

En España, el 90% de las mujeres que se prostituyen son extranjeras y el 95% lo hacen de manera forzada, según el Instituto Andaluz de la Mujer[31].

En el mundo, más de 3 millones de menores utilizados en la prostitución[32].

En 2004, unos 75.000 perros usaban gafas de sol[33].

Tabla 1. Número de Centros que han notificado IVE. Número de abortos realizados. Tasas por 1.000 mujeres entre 15 y 44 años. Total Nacional. (https://www.sanidad.gob.es/profesionales/saludPublica/prevPromocion/embarazo/tablas_figuras.htm)

AñoCentros notificadores de I.V.E.Total I.V.E.Tasa por 1.000 mujeres202020788.26910,33201921199.14911,53201821195.91711,12201721294.12310,51201620193.13110,36201520094.18810,40201419194.79610,462013198108.69011,742012189113.41912,122011173118.61112,47

¿CÓMO HEMOS LLEGADO A ESTA SITUACIÓN?

Hoy no existe mucho debate sobre la existencia del deterioro ambiental. La problemática que acabamos de describir es solo una pequeña muestra de los miles de hechos que evidencian el impacto que tienen sobre el planeta, y sus habitantes, nuestras formas de vida.

Es cierto que no todos tenemos el mismo grado de responsabilidad, sin embargo, todos somos responsables de la situación actual. Unos por acción, otros por omisión, otros por indiferencia, otros por no comprender la realidad desde su complejidad, otros por su afán de lucro y poder, otros por su posición de debilidad, otros… Es un hecho que nuestro estilo de vida y el nivel de consumo, en los países enriquecidos, son los principales responsables del deterioro medioambiental a nivel global[34], representando, por ejemplo, el 86% de las emisiones mundiales de carbono[35].

La deslocalización y externalización de la producción, trasladando las industrias más contaminantes a los países empobrecidos del sur, imponiendo incluso condiciones a los gobiernos locales para hacerlo en un país y no en otro; la búsqueda de mayores márgenes de beneficio a costa de ahorrar en medidas de seguridad y protección o, lo que es más grave, utilizando mano de obra esclava[36]; la inexistencia en muchos de estos países de una legislación laboral y medioambiental que deba cumplirse; los sobornos a las clases dirigentes y corruptas, la cultura del usar y tirar, nuestro consumismo exacerbado, valorar más el tener que el ser, la indiferencia ante la realidad del otro, el sentimentalismo ñoño ante la degradación del medio ambiente, el seguidismo irreflexivo y acrítico de líderes e influencers, etc… son responsables de esta situación.

    Demos añadir, además, la inconsciencia de buena parte de la población (nosotros), el no querer saber, la difusión de falsas verdades, los mitos, la manipulación que sobre la realidad se hace desde los organismos internacionales, las instituciones y los medios de comunicación, creando una realidad virtual a su medida en la que los habitantes del norte nos refugiamos y desarrollamos nuestras vidas. Hoy día, para aderezar esa realidad, se intenta impregnar todo de un tinte verde, ecológico y sostenible, como para demostrar que existe un interés por conservar una naturaleza cada vez más dañada.

    Pero la verdad, la realidad es bien distinta: hemos configurado un mundo en el que la minoría enriquecida consume y contamina mucho más que el resto de los habitantes del planeta. Así, por ejemplo, el 50% de las emisiones de gases de efecto invernadero puede atribuirse al 10% más rico de la población mundial (Figura 2). La huella de carbono media del 1% más rico de la población mundial podría multiplicar por 175 a la del 10% más pobre[37].

Figura 2. Porcentaje de emisiones de CO2 de la población mundial. Tomado de https://www-cdn.oxfam.org/s3fs-public/file_attachments/mb-extreme-carbon-inequality-021215-es.pdf

HAMBRE: PRIMER PROBLEMA AMBIENTAL

El problema más importante al que se enfrenta la humanidad no es el agotamiento o la falta de recursos, sino una mala distribución de éstos, la imposibilidad de poder usar y disfrutar, incluso, de los recursos que son propios.

La explotación como principio, el robo estructural, las leyes de mercado… han sido las estrategias que el sistema imperialista en el que vivimos ha puesto en marcha para que una minoría de la población mundial viva a costa del expolio, el sufrimiento, e incluso la muerte, de la mayor parte de nuestros hermanos.

En este contexto, muy pocos hablan claramente del primer problema ambiental que tiene hoy la humanidad: el HAMBRE. No existe ningún problema que genere más deterioro de la salud, más sufrimiento, más desigualdades, más muerte que el hambre. Como decíamos anteriormente, más de 100.000 personas mueren cada día a causa del hambre, la mitad de ellos niños[38].

  “El peor problema que hoy padecemos es el aumento del hambre en el mundo.”

Prof. José A. Valverde[39], Ecólogo, † 13-4-2003

ANTE LA PROBLEMÁTICA AMBIENTAL, ¿CONTROL DE POBLACIÓN?

Desde el último cuarto del siglo XX se viene afirmando, de forma reiterada, que existe un progresivo agotamiento de recursos naturales. En Los límites del crecimiento[40]se apuntaba al colapso en la producción agrícola e industrial y, en consecuencia, a un decrecimiento brusco de la población humana. Como posible solución se propuso el “crecimiento cero”, es decir, paralizar el crecimiento de la economía y la población, de modo que el uso de los recursos naturales que aún quedaban en el planeta no fuesen esquilmados y durasen más tiempo. Más tarde se actualizó y elaboró una nueva versión del informe[41] en la cual se exponía que la humanidad ya había superado la capacidad de carga[42] del planeta para sostener su población. A principios del s. XXI se volvía a abordar la discusión y se señalaba que “no puede haber un crecimiento poblacional, económico e industrial ilimitado en un planeta de recursos limitados”.

En 2008, el Global Development Research Center (GDRC) publicaba en su página web la siguiente noticia: “el 23 de septiembre de este año establecemos un hito desdichado: a día de hoy, la Humanidad habrá consumido todos los nuevos recursos que el planeta producirá en este año, según cálculos de la Global Footprint Network[43]. Para el resto de 2008 nos encontraremos en una situación de déficit ecológico, reduciendo nuestras reservas de recursos. En esencia, tomando prestado del futuro”.

Desde la década de los años setenta del siglo pasado nuestro estilo de vida nos ha llevado a una situación de sobreexplotación de recursos, superando la biocapacidad del planeta[44] (Figura 3). Es decir, la huella ecológica[45] que genera la población mundial supera con creces la capacidad de los ecosistemas para proporcionarnos los recursos y servicios vitales.

Figura 3. Día en el que se alcanza la sobrecapacidad del planeta. Como puede apreciarse, cada vez la fecha se adelanta más en el calendario. Tomado de https://www.wwf.es/nuestro_trabajo/informe_planeta_vivo_ipv/huella_ecologica/dia_de_la_sobrecapacidad_de_la_tierra/.

En el caso de España, en 2021, la sobrecapacidad se alcanzó el 25 de mayo. En 2022, ese día ha pasado a la primera quincena del mes: el día 12. Esa fecha, distinta para cada país, según su nivel de consumo y desarrollo, sigue la misma tendencia a nivel global[46] (Figura 4) y denota las diferencias que existen en las formas, estilos, prioridades, necesidades, modas, costumbres, creencias, modelos culturales… que condicionan distintos niveles de consumo, con impactos ambientales y sociales distintos, de unos países a otros[47].

Ante este panorama han surgido propuestas, en todos los estamentos[48], para hacer frente a esta realidad. El foco, sin embargo, no se puso en modificar o limitar los patrones de producción o consumo, en supervisar los procesos extractivos y productivos de las empresas multinacionales, en mejorar las condiciones laborales de los trabajadores, en acordar una legislación básica y común para mejorar la calidad ambiental, en asegurar la seguridad alimentaria para toda la población o el acceso a fuentes de agua potable y un saneamiento adecuado, en evitar la destrucción de los bosques del planeta, en lograr la reducción de la contaminación… No. Nada de eso. La propuesta central sobre la que bascula toda la panoplia de soluciones tiene un eje central muy distinto: somos demasiados en el planeta y se hace necesario el control de población[49].

En lugar de resolver los problemas de los pobres y de pensar en un mundo diferente, algunos atinan sólo a proponer una reducción de la natalidad… Culpar al aumento de la población y no al consumismo extremo y selectivo de algunos es un modo de no enfrentar los problemas”… debe reconocerse que el crecimiento demográfico es plenamente compatible con un desarrollo integral y solidario. [Ls. 50]

“Hay demasiados intereses particulares y… el interés económico llega a prevalecer sobre el bien común y a manipular la información” [Ls. 54]

El argumento utilizado, simplista y canalla, se vende bien: la humanidad crece a un ritmo sostenido de 80 millones de seres humanos al año, unas 200.000 personas al día, y esas cifras no son compatibles con una reducción del consumo a todos los niveles. La solución parece, por tanto, evidente: debemos ser menos personas en el planeta para, de esa manera, necesitar menos y consumir menos. Para ello se propone, retomando los viejos postulados, reducir el crecimiento vegetativo de la población. «La población mundial debe ser estabilizada y… gradualmente reducida, dentro de un esquema que asegure la integridad social«, se argumenta en la carta firmada por 11.000 científicos y publicada en BioScience en 2019, en la que se apoyan las políticas que reduzcan la fertilidad[50].

¿POR QUÉ ESTAS PROPUESTAS?

    No es casualidad que se produzcan. Vivimos bien, muy bien. Nuestro bienestar, saber que tenemos todas las necesidades cubiertas, que comemos todos los días, que podemos acudir al médico ante una necesidad, que podemos tener subvenciones y subsidios si nos hiciese falta,… unido a una falta crónica de análisis de la realidad, la inconciencia ante las consecuencias de nuestros estilos de vida, nuestra apatía ante los dramas que padecen la mayor parte de los seres humanos, facilitan la aparición y expansión de ese tipo de respuestas.

Figura 4. Día en el que se alcanza la sobrecapacidad del planeta, en distintos países, según su nivel de consumo y desarrollo. Tomado de https://www.wwf.es/nuestro_trabajo/informe_planeta_vivo_ipv/huella_ecologica/dia_de_la_sobrecapacidad_de_la_tierra/.

El sistema económico, político y cultural en el que nos movemos, mediado por los medios de comunicación, las reformas educativas, el sector cultural y de ocio,… lanzan señuelos, en forma de mensajes, que se repiten y sirven para generar una visión y crear una determinada conciencia en la sociedad. Crean una cosmovisión distorsionada del mundo, modelan nuestros anhelos, nuestra percepción del mundo, de acuerdo con esa visión de la realidad que interesa al Imperio. La verdadera realidad, compleja, interconectada e intrincada se nos oculta. Solo alcanzamos a tener una visión difuminada, tergiversada, ajustada a sus intereses, castrándonos incluso el deseo de ver y conocer lo que hay de verdad.

Sin capacidad de análisis, de crítica, de duda, esterilizados frente al dolor del hermano, se ve comprometida la posibilidad para tener esperanza, para pensar que es posible actuar y cambiar la realidad, luchar por la justicia (“esto no hay quien lo cambie”, “esto es cosa de los que están arriba”). De esta manera hemos configurado un sistema perverso que supone un ataque brutal a la dignidad de la persona humana. En este contexto, se formula la propuesta con un objetivo último: acabar con la contaminación, con el daño ambiental (¿y eliminar el hambre y la pobreza?), eliminando al pobre (Tabla 2).

Y, sin embargo, es una evidencia que la mayoría de la población del planeta, empobrecida, con su trabajo, su esclavitud y su miseria, está financiando y manteniendo el nivel de consumo y bienestar de una minoría del norte enriquecido. Pero también es cierto que nuestras formas de vida opulentas e individualistas suponen una terrible agresión a la conciencia del ser humano. Una agresión que es radical, integral, global y sistémica[51]. No tener conciencia de esta realidad es el mayor problema con el que nos enfrentamos inicialmente: nada podremos cambiar, no podremos luchar con la Bestia (el sistema imperialista) si no tenemos conciencia de su existencia y su influencia en todos los ámbitos de nuestra vida. Sin ella, será muy fácil convencernos de cualquier cosa que el sistema necesite. Bastará con repetirlo hasta la saciedad para que cale en la población. Un buen ejemplo lo tenemos en las bioideologías y, en particular en este apartado, en el ecocapitalismo.

Tabla 2. Algunas de las propuestas en los últimos 50 años para acabar con la contaminación, el daño ambiental y la pobreza. El elemento común: fomento de políticas de control de población.

Desde los años 60, el Banco Mundial, la ONU y fundaciones filantrópicas estadounidenses (Ford, Rockefeller y, más recientemente, Soros o Gates) apuntan que la sobrepoblación es la principal causa de degradación ambiental, el bajo desarrollo económico y la inestabilidad política. La población masiva en el Tercer Mundo se veía como una amenaza al capitalismo occidental y al acceso a los recursos.
En 1966, el presidente Lyndon Johnson advirtió que EE.UU. podría verse desbordado por masas desesperadas e hizo que la ayuda a países en desarrollo dependiera de que adoptaran programas de planificación familiar. En su célebre discurso en el vigésimo aniversario de la ONU afirmó que “cinco dólares invertidos en control natal equivalen a cien dólares invertidos en crecimiento económico”. Otros países ricos como Japón, Suecia y el Reino Unido también empezaron a dedicar grandes sumas de dinero a reducir las tasas de nacimiento del Tercer Mundo.
En 1968, el biólogo americano Paul Ehrlich publicó la The Population Bomb, donde sugería que ya era demasiado tarde para salvar a algunos países de los terribles efectos de la sobrepoblación, lo cual resultaría en un desastre ecológico y en la muerte de cientos de millones de personas.
En 1974, el Secretario de Estado de EEUU, Henry Kissinger, presentaba el “Memorándum 200 sobre la Seguridad Nacional. Implicaciones del crecimiento demográfico mundial para la seguridad y los intereses de ultramar de EE.UU”. En él se recomendaba al presidente Richard Nixon declarar de máxima prioridad el control de natalidad en 13 países, alegando que la “explosión demográfica” suponía una “amenaza” para la seguridad de los EE.UU. Entre otras cosas, recomendaba a las agencias del gobierno federal no usar el término “control de la natalidad” para no asustar a los políticos, sino expresiones como “planificación familiar” o “paternidad responsable”. El objetivo último era garantizar el acceso de los EE.UU. a las materias primas de aquellos países, minimizando en ellos el consumo interno.
Las conferencias de carácter ambiental se deben poner en relación con otro proceso de Conferencias mundiales sobre Población y mujer, organizadas por la ONU desde 1975: las Conferencias de Población y Desarrollo (El Cairo, 1994) y la Conferencia sobre el Estado de la Mujer (Pekín, 1995) o la conferencia Hábitat II (Estambul, 1996). En ellas se sentaron las bases de un proceso de «reingeniería social» cuyo objetivo fue configurar una sociedad nueva en base a las estrategias de “salud sexual y reproductiva” (planificación familiar, aborto, contracepción, esterilización…) y su reconocimiento como derechos fundamentales. También se incorporó la “perspectiva de género” en todas las políticas.
El control de la población en el centro de las propuestas ecológicas: reducir nuestra descendencia es, con mucho, el acto más importante que podemos hacer para mitigar el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Cada hijo extra aporta 55 toneladas de CO2 a la atmósfera al año (un vuelo transatlántico “apenas” supone 1,7 toneladas de CO2, 30 veces menos)[52].
La London School of Economics and Political Science avaló en agosto de 2009 las ventajas económicas del control de población: “siete dólares por persona invertidos en planificación familiar durante las próximas cuatro décadas reducirían las emisiones globales de CO2 en más de una tonelada. Conseguir el mismo resultado con tecnologías de bajas emisiones en CO2 costaría un mínimo de 32 dólares por persona”.
El catedrático Barry Walters firmaba un artículo en el Medical Journal of Australia abogando por imponer una ecotasa a los padres de familia por cada bebé que traigan al mundo -ecotasa que podría recuperarse tras someterse a una operación de esterilización.
El catedrático de Medicina John Guillebaud (co-presidente de la Red de Población y Sostenibilidad, PSN) hizo una llamada a reducir voluntariamente el número de hijos: “Ninguna especie puede vivir más allá del umbral de sostenibilidad de su entorno. Por eso, el condón, la píldora y el dispositivo intrauterino (DIU) deberían ser símbolos del movimiento ecologista tanto como lo es la bicicleta”.
Declaración de la ecoactivista británica Toni Vernelli al Daily Mail explicando porqué ha abortado a todos sus bebés: “Cada persona que nace produce más basura, más polución, más GEI y contribuye a incrementar el problema de la superpoblación”.“
Una población total de 250-300 millones de personas, con un descenso del 95% desde los niveles actuales, sería ideal” (Ted Turner, 1996). La mayor parte de su primera donación a la Fundación de las Naciones Unidas, de 22 millones de dólares, se destinó a programas para frenar el crecimiento de la población.
Si no se abordan decididamente las cuestiones de salud reproductiva, los Objetivos de Desarrollo del Milenio no podrán alcanzarse. Para alcanzarlos es preciso intensificar las medidas de promoción de los derechos de la mujer y efectuar mayores inversiones en la educación y la salud, incluidas la salud reproductiva y la planificación de la familia (Kofi Annan, 2002. Secretario General de la ONU 1997-2006. Premio Nobel de la Paz 2001)
El control de la población se justifica con la necesidad de combatir el cambio climático… “Cada uno de los Objetivos del Milenio tiene componentes e implicaciones de índole demográfica en relación con la escala humana de los problemas que han de abordarse y, en muchos casos, con las medidas que han de adoptarse para resolverlos.” (UNFPA Estado de la Población Mundial, 2009).
En 2009 David Attenborough, Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales aquel año, afirmaba que “quizá sea ya hora de controlar a la población para permitir la supervivencia del medio ambiente”.
De todas las acciones posibles para reducir las emisiones de CO2, tener menos hijos sería la medida más eficiente —un hijo menos reduciría las emisiones totales anuales hasta en un 60%, considerando sólo las emisiones debidas a su subsistencia básica[53].
El ecólogo Gerardo Ceballos, director del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México: Frenar el crecimiento poblacional, vital para preservar el patrimonio natural (EFE México20 jun. 2018). «La cifra descomunal de humanos que habitan el planeta y que cada día se eleva más tiene un impacto ambiental grave; por ello, frenar el crecimiento poblacional resulta vital para preservar el patrimonio natural». Sostiene que «si no hacemos algo fundamental en relación con la población, no habrá manera que podamos revertir el gran deterioro ambiental que estamos viviendo».
UNICEF ha estado financiando los programas de organizaciones no gubernamentales como Population Council, IPPF y Marie Stopes International, conocidas por su labor de promoción del aborto y de objetivos del feminismo radical. Al mismo tiempo, estas organizaciones son hoy financiadoras de las agencias de la ONU.
La Cumbre sobre Población de Nairobi (noviembre 2019) fue financiada por lobbies multimillonarios (IPPF, Rockefeller Foundation, Open Society Foundation), que quisieron imponer, sin el respaldo de los países, los llamados derechos sexuales y reproductivos, incluido el aborto[54].

ECOCAPITALISMO.

Todas las ideologías tienen como objetivo ir moldeando la conciencia y la existencia del individuo. En concreto, el ecocapitalismo es la bioideología que intenta justificar y ejercer el control demográfico que el capitalismo necesita para seguir expoliando la naturaleza y a la mayoría de la población mundial empobrecida. Para ello se sirve de argumentos, muy manoseados, como son el desarrollo sostenible o el cambio climático, con los que se persigue un cambio radical en el modelo energético (energías renovables), transporte (vehículo eléctrico), cultural (metaverso) y productivo (baterías, minería[55], componentes electrónicos, microchips,…)… conformando así nuevos sectores de negocio que reportarán pingües beneficios.

La confluencia de estas bioideologías, junto a la ideología woke, han servido para implantar una dictadura del relativismo, homogenizando y reduciendo la capacidad crítica e intelectual. El acuerdo social en la génesis de los nuevos derechos (¿humanos?)[56] se ha constituido en otro eslabón más de esta realidad. Los nuevos líderes del capitalismo progresista (artistas, periodistas, deportistas, representantes de organizaciones ecologistas,…), las fundaciones filantrópicas (Gates, Soros, Ford, Rockfeller, Guttmacher,…) se han infiltrado en las instituciones condicionando sus políticas[57]. Su objetivo no ha sido el resolver los problemas o proteger la dignidad del ser humano sino, más bien, ser vehículo de una colonización ideológica que ha ido dañando y modificando los derechos fundamentales para promocionar y aceptar otros derechos. Resulta paradójico que se haya atacado y menospreciado el carácter universal de los derechos, inherentes a la propia naturaleza humana, aprobados en la Declaración de 1948. ¿Acaso solo se aplicaron en ciertos lugares, contextos o épocas? ¿Hemos dejado de reconocer que la justicia, la libertad o la paz tienen en su esencia el reconocimiento de la dignidad de ser humano? Por dramático que resulte, parece que sí.  Esta nueva concepción del hombre conduce hacia la globalización de la indiferencia, manteniéndonos ajenos a la verdad transcendente y social del hombre. Todo el proceso converge en la instauración de una ideología-mentalidad-religión trans/posthumanista cuyo objetivo fundamental no es otro que doblegar la naturaleza humana y ponerla servicio del capitalismo.

PERVERSIÓN: CULPABILIZAR A LOS POBRES

Es evidente la realidad del conflicto Norte-Sur. Los recursos disponibles se encuentran, fundamentalmente, en los países empobrecidos, aunque son explotados y esquilmados por los países y multinacionales del norte. ¿Cómo se cuenta?: hay tanta población en los países del sur que no tienen suficiente para comer y son los que más contaminación y degradación ambiental generan[58].

La manipulación de la realidad, para satisfacer los intereses neocapitalistas, ha permitido generar una visión y una conciencia mayoritaria en la opinión pública. Tras lograr el consenso, el imperialismo se siente legitimado para continuar obteniendo beneficios, aunque sea a costa de provocar mayores niveles de explotación económica, dominio político y control social.

Se pretende legitimar así el modelo distributivo actual, donde una minoría se cree con el derecho de consumir en una proporción que sería imposible generalizar, porque el planeta no podría ni siquiera contener los residuos de semejante consumo [Ls, 50].

NECESIDAD DE UN CAMBIO DE PARADIGMA: HACIA UNA ECOLOGÍA INTEGRAL

Desde otra perspectiva, la cristiana-humanista, al frente de la cual se encuentra la Iglesia católica, se propone una conversión ecológica integral en la que el clamor de la tierra (explotación de recursos, contaminación, degradación ambiental, pérdida de biodiversidad,…), esté unido al clamor de los pobres (hambre, miseria, explotación, esclavitud, enfermedad…). Esta miradaplantea una llamada a conocer y profundizar en aquellas corrientes que denuncian los impactos ecológicos generados por el neocapitalismo y que luchan por una ecología integral, incorporando la dimensión humana y social, trabajando por el bien común y evidenciando la relación directa entre la destrucción del medio ambiente y la aniquilación de los más débiles.

No podemos dejar de reconocer que un verdadero planteo ecológico se convierte siempre en un planteo social, que debe integrar la justicia en las discusiones sobre medio ambiente, para escuchar tanto el clamor de la tierra como el clamor de los pobres [Ls. 49].

Buscar solo un remedio técnico a cada problema ambiental es aislar cosas que en la realidad están entrelazadas [Ls 111].

Desde su análisis de la realidad, la causa más radical de la crisis ecológica que venimos describiendo es la negación práctica de Dios, su expulsión del horizonte social y antropológico[59]. Hoy, la Madre Tierra se ha convertido en la referencia clave y el hombre no es más que otra criatura de la naturaleza, quedando así despojado de su dignidad, convertido en instrumento y no en un fin en sí mismo.

No hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social, sino una sola y compleja crisis socio-ambiental… Las líneas para la solución requieren una aproximación integral: para combatir la pobreza, para devolver la dignidad a los excluidos y simultáneamente para cuidar la naturaleza [LS 139]. “Es necesario un nuevo humanismo del trabajo, donde el hombre y no la ganancia esté en el centro, donde la economía sirva al hombre y no se sirva del hombre” (Papa Francisco, en Aula Pablo VI).

Resulta imprescindible el trabajo por el Bien Común, generando vínculos personales, familiares, comunitarios y políticos, con el fin de cambiar las estructuras. “Los graves problemas ecológicos requieren un efectivo cambio de mentalidad que lleve a adoptar nuevos estilos de vida,1012 “a tenor de los cuales la búsqueda de la verdad, de la belleza y del bien, así como la comunión con los demás hombres para un desarrollo común, sean los elementos que determinen las opciones del consumo, de los ahorros y de las inversiones”.1013 “Tales estilos de vida deben estar presididos por la sobriedad, la templanza, la autodisciplina, tanto a nivel personal como social. Es necesario abandonar la lógica del mero consumo y promover formas de producción agrícola e industrial que respeten el orden de la creación y satisfagan las necesidades primarias de todos. Una actitud semejante, favorecida por la renovada conciencia de la interdependencia que une entre sí a todos los habitantes de la tierra, contribuye a eliminar diversas causas de desastres ecológicos y garantiza una capacidad de pronta respuesta cuando estos percances afectan a pueblos y territorios.” [Compendio DSI Nº486].

* Capitulo incluido dentro del libro «La humillación posmoderna del ser humano» (editorial Voz de los sin Voz) nº 819

Editorial Voz de los sin Voz

NOTAS

[1] Basada en dataciones radiométricas utilizando (Baker, J. et al., 2005. «Early planetesimal melting from an age of 4.5662 Gyr for differentiated meteorites.» Nature, v. 436, 25 August 2005, p. 1127-1131).

[2] Choi, S.K. et al., 2020. “The Atacama Cosmology Telescope: a measurement of the Cosmic Microwave Background power spectra at 98 and 150 GHz”. Journal of Cosmology and Astroparticle Physicsv. 12December 2020. https://iopscience.iop.org/article/10.1088/1475-7516/2020/12/045

[3] Harvati, K. et al., 2019. “Apidima Cave fossils provide earliest evidence of Homo sapiens in Eurasia”. Nature 571, 500–504. https://doi.org/10.1038/s41586-019-1376-z

El Homo erectus fue el primer homínido que se distribuyó ampliamente por la superficie del planeta, llegando hasta el sudeste y este de Asia. Descubrió el uso del fuego y fabricó la primera hacha de mano.  Tiene una antigüedad aproximada de 1.5 millones de años.

El Homo sapiens vivió en Europa, en África y en Asia. Las investigaciones han revelado cambios importantes en su comportamiento: utilización de instrumentos de piedra y hueso más trabajados, cambios en las formas de cazar, uso y dominio del fuego, empleo del vestido, aumento en el tamaño de las poblaciones, manifestaciones rituales y artísticas. El representante del Homo sapiens más antiguo, del que se conserva el cráneo, fue hallado hace menos de medio siglo en la cueva griega de Apidima y tiene una antigüedad de 210.000 años. Tiene las mismas características físicas que las del hombre actual.

[4] Las rocas más antiguas tienen una edad superior a los 4200 millones de años. Se encuentran en Canadá, en el cinturón de piedra verde de Nuvvuagittuq, en el norte de Quebec (O’Neil, J. et al. 2008. “Neodymium-142 evidence for Hadean mafic crust”. Science, Sep 26; 321(5897):1828-31 doi: 10.1126/science.1161925). https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/18818357/

[5] En 2020 se contabilizaron un total de 980 catástrofes naturales, de las que más del 50% fueron inundaciones. Es la cifra más alta registrada desde 2015, cuando se contabilizaron más de 1.000. En estos eventos se produjeron más de 8.000 víctimas mortales y pérdidas económicas cifradas en decenas de miles de millones de dólares. https://es.statista.com/estadisticas/641148/catastrofes-naturales-a-nivel-mundial/

[6]  A lo largo de la historia se han producido importantes cambios en el clima, sucediéndose períodos cálidos seguidos de períodos fríos, conocido como glaciaciones, en los que grandes masas de hielo cubrieron extensas superficies del planeta.

[7] La llamada Edad de Hielo comenzó hace unos 110.000 años y finalizó alrededor del 10.000 a.C. El período que supuso de transición desde el Paleolítico al Neolítico, es decir, desde una economía de cazadores-recolectores a otra basada en la agricultura y la ganadería, se conoce como Mesolítico.

[8] El Neolítico comenzó hace aproximadamente 10.000 años y duró hasta el 5.000 a.C. En este período la humanidad experimentó cambios radicales respecto al pasado: apareció la agricultura y la domesticación animal y, a partir de esos eventos, aparecieron otros nuevos que cambiaron la forma de vida de aquellos hombres. Se hicieron sedentarios y desarrollaron otras perspectivas vitales, más allá de la siempre supervivencia.

[9] Vivió en Europa, África y Asia. Utilizó instrumentos de piedra y hueso más trabajados, perfeccionó sus técnicas de caza, dominó el fuego, utilizó el vestido, sus poblaciones fueron mayores que las de sus antecesores y dejó evidencias de manifestaciones rituales y artísticas.  El representante del Homo sapiens más antiguo es el Hombre de Neanderthal (Alemania), con una antigüedad de 150.000 a 200.000 años.

[10] El Homo sapiens sapiens protagonizó, a partir del año 10.000 a.C., los cambios más importantes en cuanto a la organización económica y social. El Hombre de Cromagnon (Francia) con una antigüedad de 35.000 a 40.000 años, es el prototipo de esta especie.

[11] No se puede discutir que la Tierra, a lo largo de su historia, ha experimentado cambios sustanciales, incluso en ocasiones drásticos, como consecuencia de las propias dinámicas planetarias o de catástrofes naturales. Sin embargo, salvo algunas excepciones, estas transformaciones se han desarrollado siempre en períodos de tiempo a escala geológica, permitiendo los procesos de adaptación y supervivencia a las nuevas condiciones ambientales.

[12]  El sistema que engloba a todos los seres vivos de la Tierra así como al aire, al agua y al suelo que constituyen su hábitat o el lugar donde desarrollan su ciclo vital.

[13]https://news.un.org/es/story/2022/02/1504162#:~:text=Sin%20embargo%2C%20la%20contaminaci%C3%B3n%20y,Boyd.

[14]https://www.eea.europa.eu/publications/unequal-exposure-and-unequal-impacts/.

[15] https://news.un.org/es/story/2022/02/1504162

[16] https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fmars.2020.576170/full

[17] https://maldita.es/malditaciencia/20220413/capsulas-cafe-impacto-ambiental/

[18] http://www.ecoticias.com/naturaleza/139624/La-enorme-huella-ecologica-de-163-millones-de-perros-y-gatos-en-EEUU?utm_source=MailingList&utm_medium=email&utm_campaign=07%2F08%2F2017+eco

[19] https://www.energias-renovables.com/panorama/sabes-cuanto-co2-emite-tu-telefono-20160517

[20] http://www.abc.es/sociedad/abci-verdadera-tragedia-cambio-climatico-tiene-solucion-201606251622_noticia.html

[21] https://www.rtve.es/noticias/20211105/rico-poblacion-emitira-30-veces-mas-acuerdo-paris/2216660.shtml

[22] http://www.verdara.cat/es/el-cesped/ahorro-y-sostenibilidad

[23] https://comemosbien.com/huella-hidrica-cuanta-agua-se-utiliza-para-producir-alimentos/

[24] https://www.unicef.org/es/comunicados-prensa/1-de-cada-3-personas-en-el-mundo-no-tiene-acceso-a-agua-potable

[25] https://www.unicef.org/es/comunicados-prensa/un-ni%C3%B1o-menor-de-15-a%C3%B1os-muere-cada-cinco-segundos-en-el-mundo-seg%C3%BAn-un-informe

[26] https://www.agendaempresa.com/76028/dos-mil-millones-de-personas-en-el-mundo-trabajan-sin-contrato/

[27] https://www.thelancet.com/journals/langlo/article/PIIS2214-109X(20)30315-6/fulltext

[28] https://www.europapress.es/internacional/noticia-onu-total-100-millones-ninas-muerto-aborto-selectivo-infanticidio-informe-20070302124820.html

[29] https://www.efe.com/efe/espana/sociedad/acnur-y-oim-20-000-muertos-en-el-mediterraneo-desde-la-tragedia-de-lampedusa/10004-4358824

[30] https://www.savethechildren.es/notasprensa/save-children-alerta-de-que-la-pandemia-ha-incrementado-el-numero-de-ninos-soldado#:~:text=El%20estudio%20alerta%20de%20que,(99%20millones%20en%201990

[31] https://elpais.com/sociedad/2011/08/18/actualidad/1313618406_850215.html.

[32] https://www.humanium.org/es/enfoques-tematicos/explotacion/prostitucion-infantil/

En Holanda, desde su despenalización, la prostitución clandestina ha aumentado. El 80% de las mujeres de los prostíbulos en Holanda son traficadas desde otros países. La prostitución infantil ha crecido: de 4000 niños en 1996 a más de 15.000 en el año 2000.

En 2001, entre 30.000 y 35.000 españoles viajaron a Latinoamérica expresamente para tener relaciones sexuales con niños. “España, junto con Francia, Italia, Alemania y Bélgica, es uno de los países de donde procede la mayoría de los turistas sexuales que viajan a América latina y otras regiones del mundo para mantener relaciones con menores. Unos 600 millones de personas, generalmente de países desarrollados, realizan viajes internacionales de turismo sexual. De ellos, el 3 por ciento (más de 3,5 millones) reconoce tendencias pedófilas. Casi la mitad de los menores afectados tienen menos de 12 años. Más de 5.000 niños y niñas españoles están atrapados en redes de prostitución (Informe Save de Children, 2004).

La explotación sexual infantil es el tercer gran negocio después del tráfico de drogas y del de armas. La Organización Mundial del Turismo informa de que el 20% de los 700 millones de viajes que se producen al año en el mundo tienen como finalidad la búsqueda de contactos sexuales (datos 2004).

[33]https://solidaridad.net/75-000-perros-usan-gafas-de-sol-a-la-ultima-moda-1703/ Según la American Pet Products Association (APPA), en 2009 se gastaron en EEUU 45.400 millones de dólares en mascotas: 17.000 en comida, 12.200 en cuidados veterinarios, 10.200 en medicamentos y otros productos para su salud y 3.400 millones en servicios de belleza. Los otros 2.200 millones correspondieron a la compra de animales vivos. Y todo ello, en un país donde 47 millones de personas no tenían seguro médico. En EEUU en 2018 se gastaron 30.300 millones de dólares en comida para mascotas (https://www.americanpetproducts.org/press_industrytrends.asp).

[34] El 1% de la población más rica contamina el doble que la mitad más pobrehttps://www.nationalgeographic.com.es/mundo-ng/1-poblacion-mas-rica-contamina-doble-que-mitad-mas-pobre_15913.

[35] https://www.latimes.com/espanol/opinion/articulo/2019-12-12/los-cientificos-sugieren-controlar-la-natalidad-para-combatir-el-cambio-climatico-y-la-propuesta-resulta-alarmante

[36] Qatar, el país organizador del campeonato mundial de futbol 2022, ha sido denunciado por Amnistía Internacional debido a las condiciones de esclavitud a las que ha sometido a los trabajadores inmigrantes. Incluso, han resurgido prácticas mediante la cuales, el empleador es el dueño del trabajador (https://www.amnesty.org/es/latest/campaigns/2016/03/qatar-world-cup-of-shame/; https://cadenaser.com/programa/2021/11/19/punto_de_fuga/1637356516_671654.html.

[37] https://www-cdn.oxfam.org/s3fs-public/file_attachments/mb-extreme-carbon-inequality-021215-es.pdf

[38] Si únicamente fuese una cuestión de ayudas, sólo con el 1% de las que han recibido los bancos durante la crisis financiera de 2008 sería suficiente para erradicar el hambre extrema (Josette Sheeran, directora del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, https://solidaridad.net/con-8216-menos-del-1-8217-de-las-inyecciones-economicas-para-salvar-al-sistema-financiero-se-podria-5844/). Si existe hambre en el mundo es porque no hay voluntad política para erradicarla.

[39] José Antonio Valverde fue un biólogo, naturalista y ecólogo español. Alcanzó una gran repercusión internacional a finales de los años 1950 encabezando los movimientos conservacionistas de las marismas del Guadalquivir frente a los plantes del Ministerio de Agricultura para desecar esa zona. Gracias a su actuación se paralizó la desecación y se creó el Parque Nacional. Está considerado como el padre de Doñana.

[40] The Limits to Growth fue publicado en 1972, poco antes de la primera crisis del petróleo. La conclusión del informe era la siguiente: “si el actual incremento de la población mundial, la industrialización, la contaminación, la producción de alimentos y la explotación de los recursos naturales se mantiene sin variación, alcanzará los límites absolutos de crecimiento en la tierra durante los próximos cien años”. La tesis principal del libro, por tanto, era que “en un planeta limitado, las dinámicas de crecimiento exponencial de la población y del producto per cápita, no son sostenibles”. Es decir, el planeta pone límites al crecimiento respecto a la disponibilidad de recursos naturales no renovables, la superficie de tierra cultivable y la capacidad del medio ambiente para absorber y metabolizar los residuos generados por la actividad humana, entre otros.

[41] Donella Meadows et al. Los límites del crecimiento, 30 años después. Ed. Galaxia Gutenberg, S.L. (2006).

[42] Hace referencia a la población que puede soportar un determinado lugar sin sufrir un impacto negativo significativo, es decir, el número máximo de individuos que puede soportar.

[43]https://www.footprintnetwork.org/content/images/uploads/Ecological_Power_of_Nations_ES.pdf

[44]https://www.wwf.es/nuestro_trabajo/informe_planeta_vivo_ipv/huella_ecologica/dia_de_la_sobrecapacidad_de_la_tierra/

[45] La huella ecológica se define como “la superficie de territorio ecológicamente productivo que se precisa para producir los recursos y bienes consumidos, y para asimilar los residuos generados por una determinada población con su modo de vida”. La huella ecológica total de un lugar o una población determinada es la suma de los cultivos, bosques, pastizales, pesca, construcciones y energía, requeridos para su mantenimiento y para la asimilación de sus residuos. Se mide en hectáreas de espacio biológicamente productivo, considerando la productividad mundial media (Global Footprint Network).

[46] https://www.hoy.es/antropia/espana-consumo-recursos-tierra-20220512165825-ntrc.html

[47]  La comida cubre una necesidad vital. Sin embargo, no es lo mismo consumir productos de cercanía que consumir productos cultivados en otras regiones del planeta. Podemos realizar un simple ejercicio de observación en cualquier supermercado. Mirando el etiquetado nos encontraremos con anacardos de la India, pimientos y alcachofas de Perú, remolacha, espárragos y brotes de soja de China, piñas de Panamá, azúcar de Malawi, frutos secos de Argentina, Turquía y China, sandías de Senegal en febrero o, en el mes de diciembre, uvas de Sudáfrica o cerezas de Argentina. No es lo mismo consumir el agua del grifo que agua embotellada, no es lo mismo tirar la comida que no hacerlo, no es lo mismo comprar verdura a granel que envasada en plástico, no es lo mismo utilizar envases de cartón o vidrio que envases de plástico, no es lo mismo reutilizar que no hacerlo, no es lo mismo consumir que no poder hacerlo, no es lo mismo consumir que reducir nuestro consumo, no es lo mismo…

Otro ejemplo. A finales del siglo pasado y principios de este tuvieron lugar diferentes conflictos armados en el continente africano para ejercer el control de sus recursos naturales (diamantes, madera, coltán, uranio, oro…). Multinacionales europeas pagaron millones de euros a los grupos armados para seguir con su negocio mientras duraban los conflictos. ¿Quién se benefició económicamente? ¿Quién se enriqueció? ¿Quién sufrió y puso los muertos? ¿Dónde se produjo, y se sigue produciendo, el terrible impacto ambiental? ¿Quién ha atendido a las decenas de miles de niños soldado o mujeres violadas? ¿Quién ha disfrutado de los muebles e infraestructuras con esa madera? ¿Quién utiliza los móviles y ordenadores con el coltán, o las joyas con ese oro, o utiliza la energía producida por el uranio, o explota las minas de litio para la fabricación de las baterías para los coches eléctricos…?

https://antigua.solidaridad.net/noticia/8845/madera-de-sangre-c-mo-el-consumidor-europeo-financia-la-guerra-en-centro-frica,

http://archivo-es.greenpeace.org/espana/es/Blog/madera-de-sangre-en-el-mercado-espaol-y-el-go/blog/53805/, https://elpais.com/elpais/2018/08/01/africa_no_es_un_pais/1533123026_646856.html

https://www.noticiasdenavarra.com/mundo/2018/12/02/coltan-mineral-cuesta-vida-2455614.html#:~:text=el%20colt%C3%A1n%20En%20realidad%20es,m%C3%A1s%20valiosa%20cuanta%20m%C3%A1s%20concentraci%C3%B3n

[48] Político, económico, ambientalista, conservacionista, ecologista, cultural, educativo, filosófico, social,… de carácter local, regional, nacional e internacional.

[49]https://www.fuhem.es/2020/02/26/somos-demasiados-reflexiones-sobre-la-cuestion-demografica/

[50]https://magnet.xataka.com/en-diez-minutos/como-frenar-cambio-climatico-reduciendo-numero-humanos-11-000-cientificos#:~:text=Porque%20la%20humanidad%20crece%20a,aumento%20del%20CO2%22%2C%20explican.

[51] Radical porque pretende transformar y manipular la propia naturaleza de lo humano.

Integral porque unifica bajo los principios del lucro y el poder una realidad compleja formada por lo económico, lo político, lo cultural y lo social, lo biológico y lo religioso, generando auténticas estructuras de opresión.

Global porque no conoce fronteras, todo el planeta es su campo de actuación, todos los estratos sociales, todos los países, todas las culturas están bajo su influencia.

Y sistémica porque todas las instituciones, organizaciones componentes de su estructura, forman un sistema dinámico de muy difícil identificación, pero que están coordinados internacionalmente sin que haya un centro rector plenamente identificado. Es un sistema morfológicamente variable, sostenido por una férrea voluntad de poder de los fuertes sobre los débiles.

[52]https://www.researchgate.net/publication/318353145_The_climate_mitigation_gap_Education_and_government_recommendations_miss_the_most_effective_individual_actions

[53] https://iopscience.iop.org/article/10.1088/1748-9326/aa7541

https://www.elmostrador.cl/agenda-pais/2017/09/22/cambio-climatico-natalidad-y-ecologia-integral/

[54] https://politicalnetworkforvalues.org/2019/11/cumbre-nairobi-icpd25-rompe-consenso-onu/

[55] Coltán, litio, níquel y cobre.

[56] Derecho al aborto, derecho a elegir una conducta que no se ajusta a la asociada con el sexo asignado al nacer (transgénero), derecho a alterar la edad biológica real por una imaginaria (transedad), derecho a la maternidad subrogada, derecho al suicidio asistido, derecho al desarrollo sostenible, derecho al medio ambiente sano, …

[57] En 2020 dieron 1.500 millones de dólares a UNICEF, 1.000 millones a la OMS y 500 millones a ACNUR. Open Society, la fundación de Georges Soros, financió el Tribunal Penal Internacional como el Consejo de Europa y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. https://webcentinela.com/el-actual-sistema-internacional-de-derechos-humanos-esta-corrompido-asi-funcionan-algunas-de-sus-instituciones/

[58] Un ciudadano norteamericano o un europeo consume de media entre 100 y 200 veces más recursos que un africano. Si comparamos el desnivel de consumo con un etíope, la relación es de 400 a 1. La huella ecológica para sostener a un norteamericano ronda las 10 hectáreas, más o menos 10 campos de futbol, 100 veces más que un afgano. El consumo de los 500 millones europeos equivaldría, siendo conservadores, al consumo de 50.000 millones de empobrecidos africanos. Por otro lado, desde el año 2000 la tierra produce cereales suficientes para alimentar a más del doble de la población actual, sin embargo, cada día mueren 100.000 personas por hambre, de las que 50.000 son niños. Cabría preguntarse ¿Quién sobra? ¿Quién contamina? ¿Quién degrada más el medio ambiente? ¿El rico o el empobrecido? https://solidaridad.net/ecologia-integral/

[59] No podemos pretender sanar nuestra relación con la naturaleza y el ambiente sin sanar todas las relaciones básicas del ser humano, con las demás personas y con Dios [LS119].

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