El español de renta media y alta ¿traicionando a sus hijos sin vivienda?

La inversión inmobiliaria crece en España
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PBC -comparte

Las inversiones en grandes plataformas especuladoras e inmobiliarias, permiten al español de a pie, invertir pequeñas cantidades en vivienda sin comprar otra vivienda. Las rentabilidades son muy altas, pero acrecientan la muralla de los jóvenes para acceder a tener un techo, y así entregar un trozo de su propia carne, como en el Mercader de Venecia.

Se ha dicho en múltiples ocasiones, esta es la primera generación (o las primeras generaciones) que desde hace muchos años vivirán (viven) peor que sus padres en España.

Uno de los síntomas es la imposibilidad del acceso a la vivienda (en relación con los salarios, por supuesto).  Ya no sólo es que los salarios no crezcan al mismo ritmo que la vivienda. La principal razón de alcanzar la cota más alta de la historia es que el precio del alquiler se encuentra en su nivel máximo histórico, mostrando los incrementos más abultados de los últimos 17 años», explicó recientemente la directora de Estudios y portavoz de Fotocasa. «El encarecimiento del arrendamiento ocasiona que el esfuerzo salarial que el ciudadano realiza para acceder al alquiler esté muy por encima de lo recomendado por los organismos de control europeos que establecen que no se debe destinar más del 30% al pago de la vivienda. En estos momentos se encuentra más de 10 puntos por encima de la cifra de hace 10 años.

Los años de renta para comprar una casa se sitúan en casi 10 años en regiones como Madrid o Barcelona.

Paralelamente a esta situación observamos cómo la especulación en vivienda crece. Los grandes fondos, buitres y «otras rapaces» generan grandes beneficios, importantes retornos de la inversión inmobiliaria gracias al encarecimiento de los precios.

CaixaBank terminó 2024 como el líder indiscutible en la gestión patrimonial a través de fondos de inversión en España.

Según los datos de Inverco, su gestora aglutinaba a 31 de diciembre más de 94.752 millones de euros, lo que supone prácticamente una cuarta parte del total nacional (23,7%). Las dos siguientes de la lista son las gestoras de Santander y BBVA, con más de 61.100 y 54.200 millones de euros, respectivamente.

Tras la gran banca, destacan las gestoras de las entidades medianas, como Ibercaja, Kutxabank, Bankinter y Sabadell; así como Mutuactivos, brazo inversor de la aseguradora Mutua Madrileña; y Unigest.

Por debajo de los 10.000 millones de euros bajo gestión se encuentran las gestoras de entidades como Abanca, Caja Laboral, Banca March o Mediolanum, así como gestoras especializadas. Algunas de las más conocidas son Bestinver, Renta 4, Amundi, Azvalor, Cobas y Dunas Capital.

Las demás gestoras fuera del ‘top 25’ en España ya ‘mueven’ menos de 1.500 millones de euros en cada caso.

¿Pero quién invierte en estos fondos? Evidentemente los bancos, inmobiliarias de tamaño medio, una minoría de rentas muy altas… pero también, directa o indirectamente, el españolito de a pie al que le sobra algo de dinero en el banco.

El crowdlending, otro anglicismo que mete miedo, permite acceder a inversiones inmobiliarias con la libertad de no tener que gestionar nada de la vivienda en la que se participa. Por ejemplo, estos fondos se encargan de analizar el riesgo de cada proyecto y proponen sólo aquellos que ofrecen una rentabilidad con un riesgo mínimo. «Se puede invertir desde 250€ y así poder seguir invirtiendo en nuevos proyectos que seguimos publicando cada mes», afirman estas plataformas en su publicidad.

Los españoles buscan fórmulas para acceder a la alta rentabilidad que ofrece el mercado inmobiliario, «porque los bancos no dan nada»; en este contexto el crowdlending ha crecido un 120% en tan sólo un año (2023). Con rentabilidades por encima del 7%

La traición de intergeneracional se consuma. Si no hay una opción política por el bien común: ¿Sálvese quien pueda?

 

 

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