Nueva York, combatiendo discriminación algorítmica
Humanos revisando que las decisiones que toman las máquinas sean justas para… ¿los humanos? Sí, Nueva York se está convirtiendo en la primera ciudad de los Estados Unidos, y del mundo, en aprobar una ley que permite auditar las decisiones automatizadas que toman los algoritmos.
Se trata de una especie de transparencia y responsabilidad ante el uso de algoritmos, los cuales son los responsables de tomar medidas que afectan directamente a los neoyorquinos, esto con el objetivo de evitar y combatir algo que han llamado la “discriminación algorítmica”.
‘Ley de responsabilidad algorítmica’
Nueva York, y gran parte de las grandes ciudades de los Estados Unidos, han adoptado el uso de algoritmos para muchas de las decisiones administrativas y operativas de la ciudad, como la distribución de policías por barrio, la imposición de sanciones a personas, las fianzas, entre otras más.
El punto es que nadie sabe quién programó dichos algoritmos y en base a qué, lo que ha llevado a ciertas polémicas donde se cree que dicho algoritmo ha favorecido, y afectado, a ciertos grupos, discriminando a personas de acuerdo a la edad, raza, religión, sexo u orientación sexual. Y es que el problema es que muchos creen que existe un sesgos inherente relacionado con los datos que llevaron al entrenamiento y programación de los algoritmos.
Uno de los objetivos de esta ley es que los ciudadanos conozcan en qué consiste esta toma de decisiones, e incluso podrán solicitar una revisión a fondo de los casos y conocer los procesos, para así poder compararlos con otros similares y no existan controversias que a día de hoy eran imposibles de resolver o estudiar.
A pesar de que todo podría sonar bien en pro de la transparencia, hay algunos detalles que se desconocen de dicha ley y que han levantado dudas en la comunidad. El más claro y preocupante es la privacidad de los datos y la ciberseguridad, ya que la ley ordena a que todas las agencias publiquen el código fuente de los algoritmos para que puedan ser revisados entre dependencias, así como por ciudadanos con una orden emitida por un juez.
Los problemas de dicha ley: la privacidad de los datos de los ciudadanos y la ciberseguridad.
Al hacer pública toda esta información, se podrán ver los nombres y datos completos de los afectados, por ejemplo dentro de un juicio, así como los niveles de criminalidad en ciertas zonas de la ciudad, lo que podría afectar el valor de las viviendas, incluso las sanciones impuestas, incluidas la de libertad bajo fianza, de ciertos sectores de la población.
Ahora mismo el debate está en transparentar las decisiones automatizadas de los algoritmos, por ello se aprobó la ley por unanimidad. Pero ahora que han empezado a surgir los análisis a fondo de dicha ley, hay muchas cosas que no están claras y que se deberán resolver en los próximos meses de forma urgente.