Eco-capitalismo contra el ser humano. Los hijos ¡contaminan!
En un informe reciente se señala la necesidad de no tener hijos para luchar contra el calentamiento global…
Para estos adalides de la nueva religión ecologista, “si de verdad quieres combatir el cambio climático desde su raíz, lo mejor que puedes hacer es ir hoy mismo a la clínica de fertilidad más cercana y hacerte la vasectomía o la ligadura de trompas”
Para estos señores cuantos menos humanos haya en el planeta, menos impacto soportará, no solo el clima sino todos los recursos, desde el agua dulce hasta los combustibles fósiles.
¿Quizás no han pensado empezar por ellos mismos? ¡Claro que no!
Esta infografía no tiene desperdicio… fíjense:
Esta infografía ha sido elaborada por la revista Enviromental Research Letters a partir del informe ‘The climate mitigation gap’ de los investigadores Seth Wynes (Universidad de British Columbia) y Kimberly Nicholas (Universidad de Lund). En él se enumeran las maneras más efectivas que tenemos las personas de mitigar el aumento global de las temperaturas. De menor a mayor:
Por ejemplo en las acciones de alto impacto:
- -Adoptar una dieta vegetariana
- -Desprendernos también del coche eléctrico
- -Consumir energía renovable
- -Evitar un vuelo transatlántico al año
- -Vivir sin coche
- -Tener un hijo menos ¡OJO!
Es esta última acción (reducir nuestra descendencia) es, con mucho, según estos “bárbaros de la ecología”, el acto más importante que podemos hacer (o no hacer, mejor dicho) para mitigar el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, en tanto “las emisiones acumulativas de nuestros descendientes disminuyen sustancialmente si se reducen las emisiones de cada país”. Cada hijo extra aporta 55 toneladas de CO2 a la atmósfera al año, en tanto un vuelo transatlántico “apenas” supone 1,7 toneladas de CO2, 30 veces menos.
Estas políticas antinatalistas no son nuevas. Y sus líneas claras son las siguientes.
-Considerar a la humanidad un mal menor dentro de la “madre tierra”
-Fomentar que no nazcan niños (aborto) sobretodo en los países empobrecidos mientras los países enriquecidos se mueren de viejos.
-Establecer que en consecuencia matar a los viejos porque están tristes (eutanasia) sea una política habitual. Incluso se formará una base cultural y de opinión para que ellos mismos lo acaben pidiendo.
-Establecer un entramado institucional, que se beneficia económicamente de todo esto (Energías renovables, revolución tecnológica) y que necesariamente van a pagar los pobres de la tierra.
Está bien no contaminar, pero no se puede admitir que esto sea un arma contra los pobres, contra los niños.
En el fondo una gran hipocresía contra el Bien Común. La nueva izquierda ecologista, se convertirá y se transforma políticamente en la gran derecha real del siglo XXI.
El fascismo a la vuelta de la esquina.