Biopolítica: “HOMO SACER”. El poder redefine la vida humana. Seres humanos descartables.

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 La revolución tecnológica y biopolítica actual, que está sucediendo ante nuestras narices, está provocando la aparición de colectivos humanos  cuya  vida está al margen de cualquier protección jurídica. Son consideradas vidas “simplemente biológicas”, no correspondientes a  sujetos políticos, que puedan ser suprimidas o descartadas. El filósofo Giorgio Agamben recupera  del Derecho Romano el concepto de Homo Sacer para denominar a estos colectivos. El Homo sacer es un ser humano, que debido a la comisión de un delito, se encuentra más allá, entre la vida y la muerte, suspendido de la esfera del poder del soberano el cual  dispone de su vida. El homo sacer no puede ser sacrificado pero puede ser  eliminado por cualquiera sin cometer por ello un crimen.

De forma análoga, en la sociedad actual cada vez hay más seres humanos cuyas vidas biológicas están al margen de un estatus político y jurídico que reconozca su dignidad y la proteja. ¿Cuál ha sido su delito?

El poder soberano, es decir, el que no está determinado por ninguna estancia superior, se caracteriza sobre todo porque puede definir lo que se denomina nuda vida.  La nuda vida  es aquella vida humana que puede ser eliminada sin que se cometa ningún delito. Son vidas cuya protección no viene avalada por su propia dignidad intrínseca sino que es el poder quien determina su “dignidad” políticamente y por tanto su existencia.

La actual revolución tecnológica y biopolítica del hipercapitalismo esta redefiniendo nuevos  espacios de la nuda vida. Al igual que los nazis definieron los campos de concentración donde “todo era posible” y donde un ser humano “perdía” su dignidad siendo sometido a la arbitrariedad del poder absoluto, ahora mismo hay espacios físicos donde la nuda vida se desarrolla con total indiferencia de la mayoría de la sociedad. Millones de seres humanos han sido lanzados a un limbo de indefensión.

Los movimientos migratorios mundiales-provocados  por un sistema económico neocapitalista que produce hambre, miseria y guerra- ya han desplazado a 200 millones de seres humanos, que podrían llegar a 800 millonesen un espacio libre de fronteras. Muchos de estos migrantes forzosos están siendo esclavizados a  manos de mafias; están presos en campos  y centros de internamiento sin haber cometido ningún delito o simplemente abandonados en las fronteras sometidos a la arbitrariedad de cualquiera. Los podemos ver ahogados, saltando vallas, en pateras, perseguidos en nuestras ciudades o trabajando sin contrato en los invernaderos o cuidando ancianos.

Por otro lado, los laboratorios biotecnológicos actuales- públicos y privados- está también redefiniendo espacios donde cientos de miles de seres humanos en fase embrionaria son considerados  simple material biológico para experimentar todo tipo de técnicas e investigaciones terapéuticas y no terapéuticas siendo muchos de ellos literalmente seleccionados, manipulados y  sacrificados para mejorar la “calidad de vida” o satisfacer los “derechos reproductivos” de otros seres humanos. Su vida ha sido programada como si fueran un manojo de células.

Su vida ha sido programada como si fueran un manojo de células.

Las tendencias de la biopolítica y del poder tecnológico actual (hipercapitalismo), abre nuevos espacios de nuda vida donde nuevos homo sacer van a ser descartados, eliminados o suprimidos con total impunidad e indiferencia ya sea porque no son productivos o rentables, son defectuosos, están enfermos o porque simplemente estorban.

La vida humana, su naturaleza y  dignidad, esta siendo redefinida por el poder. ¿Somos conscientes de ello y de sus consecuencias políticas?

 

Carlos Llarandi

Profesionales por el Bien Común

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