Vivienda de alquiler en las grandes urbes o la cultura del pelotazo
Encontrar casa en ciudades como Madrid o Barcelona se ha convertido en una auténtica quimera. La especulación con la vivienda de alquiler está llegando a los máximos de rentabilidad para quien la explota, entre un 5 y un 16%!! según las zonas de las grandes urbes.
Desde una mentalidad del máximo beneficio comparemos las rentabilidades por un momento: Exactamente, según el Banco de España (BE), la rentabilidad en el sector inmobiliario residencial asciende hasta el 8,3% (media nacional). Este porcentaje resulta de la suma de la explotación de la vivienda a través del alquiler (4,4%) y de su revalorización (3,9%). Otras inversiones alternativas como el bono a 10 años o los depósitos bancarios apenas dan un 1,2% y un 0,3%, respectivamente, por no hablar de la bolsa (IBEX) a veces es negativo.
Es bueno que los españoles sean propietarios de su vivienda habitual. Según informe de fotocasa, el 66% de los españoles es propietario de al menos una vivienda, esto es bueno pero hay más datos.
Al detalle se observa que el 51% de los españoles mayores de 18 años tiene una casa; el 12%, tiene dos y un 3%, más de dos. Otro dato es que un 34% de la población mayor de 18 años no dispone de vivienda en propiedad frente a un 15% que dispone de 2 o más viviendas.
Los que están debajo de la pirámide, muchos de ellos sumergidos en una vida de “singles”, de familias monoparentales, lo tienen bien crudo. El fenómeno de concentración del trabajo para la gente joven en las grandes ciudades y el turismo de la mal llamada economía colaborativa, ha acelerado la especulación de aquellos que tienen 2 o más viviendas en las grandes urbes. Esto lo llamaría Guillermo Rovirosa una corrupción del derecho de propiedad: Fenerismo
Esto es tan así, que los jóvenes que tienen la suerte de tener un contrato indefinido y una mínima capacidad de ahorro se plantean la compra con hipoteca antes que el alquiler. Con todos los riesgos que supone hoy la compra en la estructura laboral vigente.
Lo cierto es que la subida del precio del alquiler ha atraído a inversores (Desde españoles particulares a grandes fondos de fuera de España) a comprar vivienda para rentabilizarla en forma de alquiler, bien para pisos turísticos, bien para alquiler anual para jóvenes que empiezan su vida laboral…. La situación económica en España y la especulación con este bien de primera necesidad, abre una brecha entre familias, y entre padres e hijos importante. Una minoría de familias pudientes que pueden invertir en una segunda vivienda para que, por ejemplo, el hijo del vecino pague religiosamente unos 750 euros al mes por una apartamento de 40 m2 en la zona de Plaza Castilla en Madrid. Vivir de las rentas y la especulación siempre trae daños colaterales.
Esta es la cultura que hay que combatir, porque “el pelotazo” se convierte en un mazazo, en una losa, para el otro, para el que está debajo, que mañana será tu hijo, tu sobrino, tu vecino… Si deseamos el Bien Común, hemos de cambiar el “chip”, todos y cada uno.
Alberto Mangas
Profesionales por el Bien Común