Vínculos fundantes de la persona y vocación profesional del hombre y de la mujer

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Uno de los datos más dramáticos de nuestro sistema laboral de la actual estructura económica que llamamos neocapitalismo es la jornada laboral de muchos hombres y mujeres que trabajan durante largas horas, haciendo imposible la llamada conciliación de la vida familiar y laboral.

Según datos de Europapress: “Los españoles trabajamos más horas que alemanes, franceses o ingleses…lo que…hace complicado el conciliar vida laboral y familiar”.[1]

El efecto más inmediato de esto, como hemos señalado, es la imposibilidad de poder llevar a cabo adecuadamente la vida laboral y familiar. Sin embargo, adentrándonos en las consecuencias de fondo, nos damos cuenta que la más afectada de este drama es la familia y, con ella, los hijos, que, al quedar privados de la relación de un padre y una madre, se encuentran “abandonados” en busca de un vínculo donde agarrarse[2].

En este sentido, fruto de este sistema neocapitalista, cuyo fin primordial es el lucro incesante, la familia está quedando completamente desestructurada, los vínculos fundantes y fundamentales de la persona totalmente anulados y sustituidos por vínculos artificiales e inadecuados para el correcto desarrollo y la real maduración del niño.[3]

Es decir, el niño, para su maduración necesita de un padre, referente de la masculinidad y una madre, referente de la feminidad. Ambos, representan la alteridad para este niño, representan el “todo” de ese niño, su mundo[4]. Pues antes que el “yo”, sabemos que, en la psicología evolutiva de la persona, se encuentra el “nosotros. Sin embargo, la economía actual sustentada en la insolidaridad ha destruido el “nosotros” privando al niño del trato con su padre y con su madre, incapacitándolo para generar ese vínculo fundamental que lo hará madurar como persona.

De esta forma, se están forjando desde el sistema sujetos sin vínculo, insolidarios y centrados sobre sí mismos, pues este mismo sistema les ha privado de aquello que más necesitaban: sus padres. Un padre o una madre con una jornada laboral de más de ocho horas (en el mejor de los casos) no puede dedicar el tiempo necesario a sus hijos, ni, por ende, a su matrimonio. Por lo que vemos que existe un ataque directo y planificado de los grandes poderes de la tierra desde el sistema económico y laboral a la familia y al matrimonio[5].

Sin embargo, esto no tiene por qué ser así. Si consideramos la riqueza actual en el mundo y todos los avances, incluyendo la llamada revolución tecnológica, vemos que sería posible una reducción de la jornada laboral, pudiendo trabajar cada cónyuge 4 horas en lugar de 8, yasí integrar adecuadamente la vocación profesionalcon la vocación matrimonial, familiar y política. Según datos de la Organización Humanitaria Oxfam y del Foro Económico Mundial de Davos:

“En América Latina, la riqueza de los multimillonarios creció en US$ 155.000 millones en el último año.Dicha cantidad de riqueza sería suficiente para acabar casi dos veces con toda la pobreza monetaria por un año en la región»[6]

Esto sería posible si estos avances de la técnica aplicados al mundo laboralse distribuyeran desde la solidaridad en beneficio de la familia y de la sociedad y no al servicio de unos pocos, construyendo una economíaque coloque al trabajo y a la persona sobre el capital, fundada en la comunión y la solidaridad. Esto precisamente es lo que establece San Juan Pablo II en la Encíclica LaboremExercens:

“Se debe… recordar un principio enseñado siempre por la Iglesia. Es el principio de la prioridad del “trabajo” frente al “capital” … Esta verdad, que pertenece al patrimonio estable de la doctrina de la Iglesia, de ser siempre destacada en relación con el problema del sistema de trabajo, y también de todo el sistema socio-económico… Conviene subrayar y poner de relieve… la primacía del hombre respecto de las cosas”[7]

Si tenemos en cuenta la riqueza real existente en el planeta podemos decir que, no sólo podrían el padre y la madre trabajar 4 horas cada uno para un sostenimiento adecuado de la familia, sino que también les sería posible disponer de algunos díasa la semana para el descanso y la formación en el que pudieran dedicar tiempo cualitativo a sus hijos y familiares. Estos díasdeberían incluir el espacio necesario para el cultivode loreligioso como algo especialmente a respetar.

Esta es una cuestión fundamental dentro del marco de los vínculos fundantes y fundamentales de los hijos, ya que el niño o la niña no necesita tan sólo pasar tiempo con sus padres, sino un tiempo cualitativo, en el que puedan comunicarsesobre las cosas importantes. De esta manera, respetando estos tiempos, se podrán establecer dichos vínculos, contribuyendo así a generar personas con una maduración y personalidad que les permita contribuir a la creación de una economía de comunión y solidaridad.[8]

De esta forma, la mujer podría aportar su “genio femenino”, es decir, toda su capacidad y sensibilidad, a la sociedad, sin abandonar a sus hijos; y el varón podría comprometerse definitivamente con sus hijos al tiempo que aporta toda su capacidad al mundo del trabajo. Así, trabajo y familia podrían ir de la mano, siendo distintos ámbitos desde los que forjar día a día la nueva cultura de la comunión, la gratuidad y la solidaridad.

Miguel Pérez Rojas

Graduado en Derecho y estudiante de Teología.

Miembro del PBC

[1] Para ver noticia completa, pinchar el enlace: https://www.europapress.es/sociedad/noticia-asi-compara-horario-laboral-espanol-otros-paises-europeos-20161213135213.html: “El 82% de la riqueza del planeta creada el año pasado en el mundo está en manos del 1% de los más ricos, mientras que 3.700 millones de personas, el 50% de la población mundial, no se benefició del crecimiento que se experimentó, según los datos divulgados por la organización humanitaria Oxfam. Las mujeres pobres fueron las menos beneficiadas.”

[2] Es el caso de los llamados “niños de la llave en el pecho”, que han sido educados por la TV.

[3] A este empobrecimiento de las relaciones personales se refería San Juan Pablo II cuando hablaba del materialismo práctico en la Evangelium Vitae: “El eclipse del sentido de Dios y del hombre conduce inevitablemente al materialismo práctico…los valores del ser son sustituidos por los del tener… las relaciones interpersonales experimentan un grave empobrecimiento… El criterio propio de la dignidad personal –el del respeto, la gratuidad y el servicio- se sustituye por el criterio de la eficiencia, la funcionalidad y la utilidad.  .. Es la supremacía del más fuerte sobre el más débil”.(EvV23)

[4]Aquilino Polaino Llorente, ¿Hay algún hombre en casa?,pag. 17: “El niño tiene derecho a tratar y conocer a sus respectivos padres. Un derecho irrenunciable porque, como demuestran hasta la saciedad todos los estudios al respecto, esta relación influye sustancialmente en su desarrollo cognitivo y emocional. Tal relación es constitutiva del ser del hijo y, por eso mismo, no es negociable

[5] Aquilino Polaino Llorente, Fundamentos de Psicología de la Personalidad, pag. 62: «La ausencia del padre en la configuración familiar, es un fenómeno de nuestro tiempo llegando incluso a ser considerado como un síndrome… “síndrome del padre ausente” definiéndolo como el conjunto de privaciones afectivas, cognitivas, físicas y espirituales que sobrevienen al hijo como consecuencia del vacío que se opera en las relaciones paterno-filiales. Designa la falta de dedicación del padre a la educación de sus hijos, independientemente del tiempo presencial que el padre pase en el hogar… Entre las causas más relevantes se encuentra: la actividad laboral desequilibrada”

[6] https://www.elobservador.com.uy/nota/el-82-de-la-riqueza-del-planeta-creada-en-2017-esta-en-manos-del-1-mas-rico-201812210340

[7] S. Juan Pablo II, Carta Encíclica LaboremExercens. 12

[8]San Juan Pablo II, Evangelium Vitae. 91: Hay que instaurar “una verdadera economía de comunión y de participación de bienes, tanto en el orden internacional como nacional”

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