Václav Benda. La Polis paralela

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            Es muy interesante conocer la vida de personas que han vivido su profesión  como vocación política para luchar por el bien común, es decir por la solidaridad  y la justicia. Entre estas personas se encuentra el matemático y disidente checo  Václav  Benda.

Benda era  un católico comprometido consciente de que el comunismo lograba mantener oprimido al pueblo por medio del aislamiento al fragmentar sus vínculos sociales naturales. El régimen comunista checo castigó duramente a la Iglesia católica empujando a muchos creyentes a privatizar su fe y retirarse tras los muros de sus hogares para no llamar la atención de las autoridades.

La gran contribución de Benda al movimiento disidente fue la idea de la «polis paralela». Una sociedad apartada pero porosa que conviviera con el orden oficial del régimen comunista. Benda pensaba que los disidentes no podían conformarse con denunciar al gobierno comunista sino que tenían que apoyar una participación positiva en el mundo aportando soluciones concretas frente al totalitarismo.

Corriendo grave peligro y exponiendo a su familia, ya que era padre de seis hijos, rechazó los guetos,  no vio posible colaborar con los comunistas pero también descartó el quietismo al considerarlo contrario a la propia mente cristiana de lucha por la justicia y la caridad, y ser testigos evangélicos de Cristo en el espacio público.

Benda no abogaba por retirarse a un gueto cristiano, sino que insistía en que había que entender la polis paralela como un modo de luchar por conservar o renovar la comunidad nacional en el sentido más amplio del término, así como por defender todos los valores, instituciones y condiciones materiales ligados a la existencia de dicha comunidad

Decía Benda:

«Personalmente creo que uno de los medios más eficaces, más dolorosos y más irreparables para eliminar la raza humana o naciones individuales sería caer en la barbarie abandonar la razón y el aprendizaje, perder las tradiciones y la memoria.  El régimen que ostenta el poder ha hecho todo lo posible por conseguirlo, en parte intencionadamente y en parte gracias a su naturaleza nihilista.  El objetivo de los movimientos ciudadanos independientes que intenten crear una polis paralela debe ser justamente al contrario: los fracasos anteriores no deben desanimarnos y la educación y la alfabetización han de ser una de nuestras prioridades.»

La polis paralela no es una comunidad vallada para cristianos, sino una comunidad que aspira a establecer o restablecer prácticas e instituciones comunes que puedan revertir el proceso de aislamiento y fragmentación de la sociedad actual.

Benda afirma que los fines políticos últimos de la polis paralela son restaurar la verdad y la justicia,  un orden significativo de valores y remarcar el carácter inalienable de la dignidad humana y la necesidad de albergar un sentido de comunidad humana dentro de la responsabilidad y del amor mutuos.

«Si no te gusta cómo funciona la universidad ayuda a los estudiantes a buscar un seminario clandestino impartido por uno de esos brillantes profesores que expulsaron del sistema. Imprime las buenas novelas del samizdat y repártelas entre el pueblo para hacerles ver sus carencias.  Apoya a la educación teológica de alguno de los seminarios clandestinos. La gente solo actuará cuando vea que la resistencia está ligada a algo que  de verdad les importa y que solo puede salir adelante si un grupo sustancial de personas se compromete a pesar de la oposición del Estado»

En los tiempos de Beda el pueblo checo no se veía a sí mismo como una comunidad porque el gobierno totalitario se lo impedía.  El intento de repolitizar a los suyos que Benda llevó a cabo consistía en activar en ellos el deseo de estar juntos, de ser sociales del modo que más les gustara[1].

            Hoy es urgente una estrategia que ponga en marcha experiencias profesionales y sociales que unan a la gente TRABAJANDO POR EL BIEN COMÚN. Esa es una de las claves:Formar comunidad. Comunidad de comunidades.

  Carlos LLarandi – Profesionales por el Bien Común

[1] Cfr. Rod Dreher. La opción benedictina. Ed. Encuentro. Madrid 2018.

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